Quizás tímidamente, pero la “fuga” reapareció. Las salidas de divisas por parte de los argentinos superaron a la repatriación de las mismas. Hay algunas conjeturas. Lo cierto es que es temprano para ver lo que viene
Cuántos dólares compraron las personas
En tal sentido, las personas físicas compraron billetes por u$s20 millones (los compradores sumaron apenas 138.000) y a la vez efectuaron ventas por u$s18 millones (fueron 198.000 los vendedores). El mes anterior habían realizaron compras de billetes por u$s73 millones y efectuaron ventas por u$s18 millones, de modo que las compras netas apenas sumaron u$s55 millones. Pero el número de compradores había sido de 396.000 personas, mientras que los vendedores fueron 197.000. O sea, se mantuvo el nivel de la oferta pero se derrumbó el de la demanda, lo que repercutió en las cotizaciones cambiarias.
Mientras que el sector de los Inversores institucionales, tanto residentes como no residentes, efectuó ventas netas en el mes por u$s22 millones, lo cual lubricó aún más la oferta de divisas en el mercado local.
En cuanto al otro componente de la salida de capitales de enero pasado, hubo egresos netos a cuentas propias en el exterior por un total de u$s28 millones. Se trata de transferencias hacia el exterior a cuentas de residentes. Según explica el BCRA, este resultado se debe principalmente a las transferencias netas realizadas por personas físicas por u$s78 millones, las que fueron parcialmente compensadas por ingresos netos del Sector Real excluyendo Oleaginosas y Cereales por u$s30millones, de parte de Inversores Institucionales por u$s15 millones y otros u$s3 millones del sector Oleaginosas y Cereales.
Atesoramiento: parámetros históricos
Podría decirse, apresuradamente, que en enero el “carry trade” no atrajo el interés de los inversores autóctonos sino todo lo contrario. Sin embargo, también hay que considerar que parece haber cierta estacionalidad o más bien cierto comportamiento tradicional, en parte, vinculado con temas impositivos, que inducen a los inversores a sacar más divisas del sistema de las que traen o repatrian. Por eso, el atesoramiento de enero podría verse dentro de los parámetros históricos aunque su monto es el más bajo de los últimos 10 años por lo menos.
Por ejemplo, en enero del 2019, en plena crisis económica y financiera del gobierno de Macri, la fuga sumó u$s2.012 millones. Un año después, ya entrando a la pandemia, fue de u$s61 millones, en enero 2021 de u$s101 millones y, en 2022, de u$s188 millones, en tanto que, un año atrás, alcanzó los u$s81 millones. O sea, lo registrado en enero pasado está por debajo de los últimos años.
De la serie histórica el único mes de enero en el que no hubo fuga de capitales fue en 2013, cuando hubo un flujo neto positivo de u$s34 millones. En el resto de los eneros hubo fuga, y casi siempre por montos significativos en términos de las reservas del BCRA. Habrá que ver cómo se comporta de ahora en más esta variable muy monitoreada por el mercado porque tiene relación directa con el stock de reservas internacionales.
Por Jorge G. Herrera (Ámbito)