Durante el primer día de vigencia del dólar navidad, las grandes cerealeras liquidaron USD292 millones y volvieron a los valores registrados durante la primera versión de este beneficio. A partir de esta venta de divisas, el BCRA pudo comprar 192 millones. De esta manera, comenzó a recomponer parte de sus reservas netas, de cara al cumplimiento de la meta pautada con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Según se desprende del sistema SIO Granos, donde están reflejados todos los contratos de la jornada, hubo ventas de soja que oscilaron entre los 80.000 y 85.000 pesos la tonelada, convalidando el tipo de cambio diferencial establecido en los 230 pesos. Todavía queda pendiente el diferencial para las economías regionales, anunciado semanas atrás por Sergio Massa. Según fuentes del equipo económico, con lo recaudado por el nuevo dólar soja se propiciará una baja de retenciones para las economías regionales.

Una vez concluida la primera etapa del dólar soja, las grades cerealeras –que concentran el 80% de las ventas al exterior- pasaron de liquidar 300 millones diarios a un promedio de 50 millones. Tal merma generó que el BCRA tuviera que desprenderse del 40% de las divisas que había acumulado durante septiembre. Los grandes grupos del sector habían avisado que seguían guardando en silo bolsas más de 10 millones de toneladas, y utilizaron dicho stock para conseguir el nuevo beneficio, ante la propia necesidad del Gobierno de reunir reservas.

“El Ministerio de Economía se asustó con el derrotero de caída de las reservas del último bimestre y aceleró la aplicación del nuevo dólar soja, puente necesario para llegar a 2023 sin otra nueva crisis. El relanzamiento de este programa se explica, entonces, por la urgencia para conseguir dólares frescos, dada la retracción del último bimestre, cuando se perdió la friolera de USD1500 millones, y por la necesidad de cumplir la meta con el FMI”, puede leerse en el reciente informe de la Consultora Sarandí.

De acuerdo a la base de datos SIO Granos, que registra los contratos de compra ventas de manera casi online, el lunes se comercializaron 21.000 toneladas de soja con un valor de pizarra que osciló entre los 80.000 y 85.000 pesos. La mejora en pesos que están recibiendo en este momento equivale a una devaluación del tipo de cambio oficial del 40%. El volumen liquidado hace suponer que la exportación ya tenía granos en su poder.

“Esta no es una medida apuntalada para el sector agropecuario sino que busca resolver una cuestión macroeconómica. Además, con la primera edición del dólar soja, se castigó a los productores que habían participado al no permitirles recibir un aporte no reembolsable”, argumentó Horacio Salaverri, titular de Carbap una de las entidades que forman parte de Confederaciones Rurales Argentinas.

La publicación del esquema del dólar navidad trajo la sorpresa de una baja de retenciones a la industrialización de la soja, que volverá a tributar un 30%. De esta manera, se reestablece el diferencial entre la industria y la producción primaria. El tema es que con esos dos puntos de diferencia en los derechos de exportación el Gobierno había establecido un fideicomiso público para subsidiar la harina que llega a las panaderías. Ahora, desde Agricultura informan que dicho instrumento, cuyo vencimiento está pautado para fines de diciembre, será financiado directamente por el Estado nacional. De la vigencia y eficacia de este fideicomiso dependerá el valor del pan para los próximos meses.