En vistas a la implementación de la reglamentación del bloque para cadenas libres de deforestación, indican que el país puede seguir abasteciendo ya que cuenta con altos estándares de manejo sostenible

A poco de que cambien las reglas del juego para poder seguir exportando a la Unión Europea, se realizó el 30 de julio en el Palacio San Martín, una reunión organizada por la Cancillería de Argentina y por la Delegación de Unión Europea en Argentina para iniciar un diálogo entre los grupos de interés en la implementación de la reglamentación de dicho bloque comercial para cadenas libres de Deforestación (EUDR 2023/2015) que entraría a aplicarse el 31 de diciembre de este año.

Argentina tiene 1.267.000 hectáreas de plantaciones forestales, en un 80% en la zona de Mesopotamia, que es una de las de más alta productividad para pino y eucalipto del mundo. La industria de base forestal se provee en más del 90% de esas plantaciones forestales.

En ese contexto, las expectativas indican que la demanda de productos de base madera crecerá en 210 mil millones de dólares para el año 2035, según datos de la consultora AFRY. Asimismo, se destacó en la reunión que cumplir con los requisitos más exigentes en los mercados globales es una oportunidad de inversiones y crecimiento para el país.

 

 

Claudia Peirano, directora ejecutiva de la Asociación Forestal Argentina (Afoa) brindó una presentación sobre la posición del sector con respecto a la aplicación del EUDR, e indicó como primer punto que “es fundamental destacar que compartimos plenamente el reconocimiento de la importancia que tienen los bosques en la acción contra el cambio climático, en la conservación de la biodiversidad y en un futuro global sustentable, así como la necesidad de extremar las medidas requeridas para la conservación, restauración y uso sostenible del bosque nativo”.

“En Argentina, los árboles crecen en los bosques nativos, pero también se plantan en bosques cultivados y las virtudes de mitigación de cambio climático y la conservación de la biodiversidad se presentan también en las plantaciones forestales cuando éstas son manejadas desde una mirada de triple impacto (ambiental, social y económica). Como prueba de esto, desde hace ya muchos años que tanto el Gobierno como los productores forestales están realizando importantes esfuerzos en ese sentido”, se señaló.

“Nuestro mensaje para los importadores de EU es que la madera y productos de madera provenientes de plantaciones forestales de Argentina tienen un riesgo muy bajo en el cumplimiento del EUDR. Y en el caso, de madera certificada por gestión sostenible y con cadena de custodia por sellos reconocidos internacionalmente (como es el caso de FSC y PEFC) el riesgo es nulo”, afirmó Peirano.

Marco legal

Desde el punto de vista legal, Peirano indicó que “los bosques nativos se encuentran regulados bajo la Ley 26331 desde el año 2007, mediante la cual se obliga a las Provincias a hacer un ordenamiento ambiental de los mismos. Las provincias han reconocido en el ordenamiento de sus bosques nativos más de 50 millones de ha clasificándolos en rojo, que son bosques de alto nivel de conservación, amarillos, en los cuales se puede realizar uso sostenible y verde, que permite el cambio de uso de suelo”.

“La madera certificada no solo asegura que no se ha producido sustitución de bosques nativos por plantaciones forestales – situación que hace ya muchos años que no se permite – sino que abarca una gestión sostenible integral, que incluye tanto la legalidad como los impactos sociales, económicos y ambientales que es trazable a través de una cadena de custodia” puntualizó Peirano. Y sumó: “como dato concreto vinculado a la biodiversidad, por cada hectárea de plantaciones forestales certificada por gestión sostenible hay 0,66 ha de áreas naturales bajo conservación”.

Fuente: El Territorio

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