“Si la Argentina no asume que tiene que hacer un cambio radical en su sistema de transporte en contenedores, se va a ver afectado el empleo industrial”, afirmó Gustavo Figuerola, especialista en terminales portuarias.
Gustavo Figuerola disertó en el Ciclo de Charlas en inversiones en producción, puerto y logística en Necochea y la Región, evento desarrollado el 31 de marzo en la ciudad de Necochea, organizado por la Cámara de Profesionales de Puerto Quequén y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Durante su presentación, recalcó que el volumen de exportaciones de productos a través de contenedores no se ha incrementado en la Argentina en los últimos 12 años, siendo de 1.600.000 TEUS por año.
Este estancamiento, a su criterio, es consecuencia de “un problema de competitividad”, originado en que nuestro país “tiene un sistema de conectividad con el mundo disociado de los parámetros de competencia en el resto del mundo”.
La falta de profundidad de los puertos es una de las causas de esa falta de competitividad, señaló el profesional.
Figuerola enumeró las oportunidades con las que cuenta el país para revertir este estancamiento. Una de ellas la profundización en la Hidrovía (o Vía Navegable Troncal) y el puerto de Buenos Aires, permitiendo la llegada buques de última generación. Otra, es que se utilicen otros puertos del país naturalmente profundos. Ya sean nuevos puertos, como el de Punta Indio. O bien otros ya existentes, como los de Quequén y Bahía Blanca.
“AGUJERO EN LA CORDILLERA”
Contador público de profesión y de vasta experiencia gerencial en grandes empresas de logística y terminales portuarias, Gustavo Figuerola advirtió que la escases de condiciones e infraestructura en los puertos argentinos, hace que gobernadores de varias provincias alienten la exportación de productos desde el Océano Pacífico, por ejemplo a través de Valparaíso y San Antonio, en Chile, pese a que es más cercano hacerlo por el Océano Atlántico.
En este sentido, subrayó que hay que preguntarse “por qué hay gobernadores que impulsan hacer un agujero en la Cordillera de los Andes para usar puertos chilenos”, en vez de utilizar los de la Argentina, particularmente el de Buenos Aires, que concentra la mayor parte de la actividad y sigue siendo “la opción más competitiva en lo que es importación y exportación de productos industriales”.
Una de las claves es la profundidad. A mayor profundidad del agua, más grandes son los buques que pueden llegar. El puerto de Buenos Aires tiene 10 metros y la Hidrovía prácticamente lo mismo (34 pies). Tanto los puertos chilenos de Valparaíso y San Antonio, como el del Callao en Perú y el de Osorno en Ecuador, al igual que el de Santos, en Brasil, cuentan con mayor profundidad, superando en todos los casos los 14 a 15 metros de calado.
CERCANIA Y PROFUNDIDAD
Figuerola insistió en que “no habrá forma de competir en productos industriales si la Argentina no tiene niveles de competitividad en parámetros similares a otros lugares del mundo”. En tal sentido, apuntó que otros países están más cerca de las regiones demandantes de productos. Y subrayó que si además de ello “sus puertos tienen 15 metros de profundidad y el barco va a vender flete hasta que se llene, esos países van a ser más competitivos que nosotros”.
Señaló también otra cuestión a tener en cuenta respecto del uso de contenedores. Reveló que “Brasil, con el puerto de Santos en particular, se está pensando como el centro de trasbordo de cargas para la costa este de Sudamérica” y advirtió que la Argentina será funcional a esa estrategia brasileña si continúa teniendo un sistema de navegación troncal de 10 metros de profundidad.
Al respecto, agregó que “el puerto de Santos está ampliando su capacidad en casi un 30%, pasando de 5,3 millones a 8,7 millones de TEUS. Este incremento de capacidad es el doble de lo que Argentina entera mueve”.
De allí que, teniendo en cuenta la oferta de los puertos chilenos y las ventajas comparativas de la estación marítima brasileña de Santos, resulta sustancial que la Argentina cambie radicalmente su sistema de transporte de contenedores, según la advertencia hecha por Figuerola en su pedagógica exposición.
La competitividad de los puertos, a su criterio, no pasa por los costos de sus servicios, sino por la manera en que posibilita una rápida y ágil conexión con los mercados hacia los que parten los buques con las cargas.
Fuente: Data Portuaria