El agro aportó más exportaciones sojeras, de la mano del dólar diferencial de septiembre. Pero, además, la restricción importadora mantuvo la rigidez durante el mes y frenó las compras de bienes productivos y de consumo. El superávit se redujo levemente respecto a los niveles de octubre, por el efecto de la sequía
En coincidencia con la baja de la actividad, noviembre fue el segundo mes consecutivo con superávit comercial por encima de los USD1.000 millones. Además, las exportaciones del agro motorizadas por el tipo de cambio diferencial de septiembre volvieron a impactar positivamente, al tiempo que las restricciones importadoras generaron menos compras de bienes productivos y de consumo. Aunque los niveles de ventas externas continúan altos gracias al campo, hubo una moderación respecto al mes previo, provocada por la sequía, lo que hizo que el balance positivo se moderara un tanto.
El superávit comercial fue de USD1.339 millones durante noviembre, lo que estuvo en niveles interesantes pero menores a los de octubre, cuando había llegado a USD1.883 millones. Se trata todavía de un saldo similar al de los mejores meses del año pasado, pero con una contracción de 3,6% de las exportaciones, en la comparación libre de estacionalidad con octubre. El trigo, que tiene mayor impacto estacional en noviembre, lo explicó con una baja de 70,6% interanual.
Las importaciones, en cambio, tuvieron una variación 0%. En octubre se había observado una fuerte contracción de 8,4%, en base a las restricciones impuestas por el Gobierno para intentar moderar la salida de reservas, y en noviembre se mantuvo un nivel similar. Eso, mirando la comparación mensual libre de estacionalidad. En la comparación interanual hubo caída de 0,3% en las compras externas, lo que no se veía desde octubre del 2020.
Desde la consultora Abeceb señalaron: “El Gobierno restringirá las importaciones para cuidar los escasos dólares del Banco Central, lo que también se suma a menores compras externas dada la desaceleración en el ritmo de la actividad local. Al interior de las importaciones se evidenciaron comportamientos bastante heterogéneos, permitiendo vislumbrar qué rubros buscará “pisar” el Gobierno. En este sentido, se ajustó la restricción para los Bienes intermedios y para aquellos de consumo, cuyas cantidades importadas cayeron 9,6% interanual y 8,6%, respectivamente (en valor se contrajeron 11,4% y 1,2%)”.
Y agregaron: “¿Y por qué se decide pisar este tipo de productos? Porque los niveles en cantidades de Bienes intermedios y de consumo están en niveles récord, al considerar el nivel de actividad (es decir, si se observa el ratio de cantidades importadas sobre nivel de producto). En otras palabras, parecería que las empresas “sobre-importaron” durante el año y lograron “stockearse”, por lo que el Gobierno podría tener margen para ajustarlas sin afectar tanto a la actividad”.
El tipo de cambio diferencial que el Gobierno le ofreció al sector sojero durante septiembre generó una liquidación acelerada de divisas, que en los meses posteriores se fue materializando en mayores exportaciones. Durante octubre se había empezado a observar el incremento y en noviembre siguió en niveles altos. Las ventas de soja treparon 85,6% respecto al mes previo, tal como destacaron desde Abeceb.
La consultora proyectó: “El accionar del Gobierno durante noviembre preanuncia al 2023: si el saldo comercial se ve debilitado, este se compensará mediante un apretón más fuerte en las importaciones de Bienes intermedios y de consumo”.
Fuente: Bae negocios