• El volumen de dólares autorizados es la mitad que en agosto antes de las PASO.
  • Las reservas netas siguen cayendo.
  • Siguen las tensiones por el faltante de insumos.
Juan Manuel Barca
JUAN MANUEL BARCA (Clarín)

Por la falta de reservas y las presiones cambiarias que se esperan después del balotaje, el Banco Central fue cerrando cada vez más la canilla de dólares a los importadores en noviembre. El ajuste se refleja en los faltantes de insumos, dificultades para obtener permisos de importación y en las menores divisas que autorizó para las compras en el exterior.

En primer lugar, hubo una fuerte caída del volumen operado entre lo que liquidan exportadores y compran importadores. “Entre las PASO y la primera vuelta se operó un promedio diario de US$ 363 millones y desde el 23 de octubre el promedio diario operado bajo a US$ 283 millones por mayores restricciones en el pago de importaciones”, señaló Carlos Pérez, al frente de la Fundación Capital.

En ese contexto, el BCRA giró un promedio de US$ 250 millones diarios a los importadores en las últimas 10 ruedas, por debajo de los US$ 500 millones en mayo y agosto antes de las PASO. “Estamos en mínimos este año, es un cepo muy ajustado, todo lo que liquidan los exportadores lo absorbe el Central y no le gira a los importadores”, señaló Salvador Vitelli, economista de Romano Group.

El Gobierno viene de ampliar el “dólar exportador” y restringir aún más la compra de dólar financiero ($ 200 millones diarios). Sin embargo, pese al saldo positivo del BCRA, las reservas netas siguieron cayendo y cerraron la semana pasada negativas en cerca de US$ 10.000 millones, por debajo de la semana previa por los pagos de deuda efectuados al FMI.

“Siguen girados en reservas negativas, la situación es cada vez peor, han frenado muchos pagos a las importaciones, mucho más en las últimas dos semanas, también los exportadores de cerealeras están frenando la demanda con todo, por ello crece la deuda comercial, la única herramienta que permita que el flujo de operaciones se mantenga alto”, dijo Santiago Manoukian, economista jefe de Ecolatina.

Desde julio, según operadores de comercio exterior, comenzaron a “fallar” los pagos. En septiembre hubo “reperfilamientos” de SIRA y el día después de la elección, quedó todo virtualmente frenado. El cálculo que hacen en el sector es que se necesitan US$ 330 millones por día hábil para cubrir las importaciones, pero los importadores creen que el Banco Central ya no tiene dólares para todos.

Pese a que el Gobierno anunció la ampliación del segundo tramo del swap con China, continúa llamando la atención la baja utilización de yuanes para el pago de importaciones, tal como anticipó Clarín. En algunos despachos oficiales, aseguran que ese tramo nunca llegó en medio de la incertidumbre electoral, mientras algunos analistas creen que Sergio Massa se guarda los yuanes para la transición.

SN

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