Un 1 de junio del año 1586, el buque “Nuestra Señora del Rosario”, procedente del puerto brasileño de Santos, amarró en la ciudad de Buenos Aires. De esa manera se realizaba el primer ingreso de mercaderías a nuestro país (lejos aún de ser República), marcando un registro oficial y por lo que se considera el primer antecedente que tiene la Aduana Argentina
Se celebra hoy (1 de junio) el día de la Aduana argentina y del trabajador Aduanero. Es una de las instituciones más antiguas de nuestro país. Su primer antecedente data del año 1586.
La Convención Colectiva de Trabajo de la Aduana estableció que el 1 de junio se establezca como el Día del Trabajador Aduanero.
El antecedente más antiguo de la actividad aduanera en lo que eran “Tierras del Plata” son las disposiciones contenidas en la Cédula Real que el Emperador Carlos V firmó el 19 de julio de 1534 en favor de Don Pedro de Mendoza, la autorización para emprender la conquista y poblar las tierras y provincias que existían y que eran denominadas de “La Plata”.
Los comienzos de la Aduana Argentina se remontan a los tiempos mencionados de la conquista y colonización por parte de España de estas tierras. Al ser una entidad recaudadora y proveedora de recursos económicos, ha tenido gran influencia y participación activa en el acontecer histórico de nuestro país.
Hoy el organismo está comandado por Florencia Lucila Misrahi, estando actualmente bajo la órbita de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y es la autoridad con competencia en la aplicación de la legislación que regula el despacho aduanero, los sistemas, métodos y procedimientos a que deben sujetarse las aduanas.
Como principales misiones tiene la de valorar, clasificar, verificar y controlar la entrada y salida de mercaderías, del mismo modo que lo hace con los medios en que son transportadas estas, y dando cumplimiento a las normas legales vigentes tanto a nivel nacional como internacional.
Su tarea también abarco el resguardo de los intereses del Estado argentino como lo son la seguridad nacional, la salud pública, la economía y el medio ambiente, vedando el ingreso o egreso de mercaderías que puedan considerarse peligrosas o ilegales.
Una de las estrategias que utiliza el organismo con presencia en todos los lugares fronterizos (incluye los puertos), es la facilitación y potenciación del comercio exterior y la verificación oportuna, a través de la sistematización y actualización permanente del servicio dentro del contexto de una nueva gestión pública.
Hoy la Aduana argentina utiliza el denominado Sistema Armonizado como clasificación aduanal. Se trata de un sistema que fue desarrollado por la Organización Mundial de Aduanas y que cuenta con casi 5.000 grupos, clasificados por un código de seis dígitos, sistema que está implantado en más de 200 países.
Una de las características de la aduana argentina es que se trata de un sistema muy dinámico que suele recibir constantes modificaciones en sus procedimientos y normativas, por lo que es siempre recomendable antes enviar un paquete a Argentina, consultar con un agente de aduanas local para verificar que todos los trámites de envío se realiza de forma correcta.
Para enviar un producto comercial a Argentina es necesario registrarse en la aduana como empresa autorizada para exportar o importar. Cuando un paquete llega a la aduana argentina puede clasificarse en tres niveles diferentes para su inspección:
- Nivel verde. Se aprueba el paquete sin necesidad de una revisión física y presencial del mismo.
- Nivel Naranja. Se realiza la inspección de la documentación del envío para verificar que todo está en orden.
- Nivel Rojo. Se realiza una inspección, tanto de la documentación como de los bienes incluidos en el envío.
La normativa aduanera argentina exige una serie de documentación a la hora de realizar envíos al país. Podemos diferenciar entre los requisitos y documentación que hay que presentar si se realizan envíos marítimos o aéreos.
En este día desde PESCARE saludamos a los que con responsabilidad y compromiso ciudadano desempeñan sus tareas en uno de los vértices fundamentales del poliedro comercial.
Fuente: Pescare