En la provincia de Buenos Aires, el 80% de las empresas sufre faltantes. Algunos empresarios pymes advierten a funcionarios que si continúa la escasez deberán reducir parte del personal que ampliaron en el último año y medio
En los primeros dos años y medio de gobierno de Alberto Fernández, las pymes industriales celebraban que el Estado volviese a protegerla, primero con el subsidio al salario por la cuarentena y después con las restricciones a la competencia importada, pero ahora algunas comienzan a advertirles a los funcionarios del equipo del ministro de Economía, Sergio Massa, que están por despedir parte del empleo que tomaron en este tiempo si les sigan faltando insumos productivos que solo consiguen en el exterior. Hoy, en la conferencia anual de la Unión Industrial Argentina (UIA), que se celebra en Parque Norte, el jefe de gobierno porteño y aspirante presidencial del PRO, Horacio Rodríguez Larreta, vino con un discurso similar al de su difunto padre, desarrollista, y alertó que el 74% de empresas encontraron dificultades para abastecerse de insumos, un 70% para pagar importaciones y el 32% frenó parte de sus operaciones. Pero esos datos fueron difundidos por esta entidad fabril en septiembre sobre la base de un sondeo de julio. Ahora el panorama es mucho peor y quedó expuesto por los empresarios tanto en los discursos de la UIA como en los comentarios en los pasillos del centro de convenciones. “Hay empresarios pymes que nos dicen que en unas semanas van a empezar con despidos si les siguen faltando insumos”, reconocían fuentes oficiales. Esta semana ha habido parates de producción en fábricas como la automotriz japonesa Nissan, la autopartista alemana ZF y la planta de zapatillas de la norteamericana Nike.
Esta semana ha habido parates de producción en fábricas como la automotriz japonesa Nissan, la autopartista alemana ZF y la planta de zapatillas de la norteamericana Nike
El presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (Uipba), Martín Rappallini, comentó que el 80% de los empresarios de su distrito le advierten sobre faltantes de insumos productivos. El empresario opinó que el problema puede solucionarse en la medida en que las compañías consigan crédito externo para importar, pero advirtió que las pymes tienen más escollos para lograrlo. “El Gobierno dice que la prioridad es regularizar los insumos”, intentó consolarse Rappallini.
Un alto ejecutivo de una multinacional reconoció un ‘caos productivo’. ‘Operamos mirando el día a día’, agregó
En su alocución, Madanes Quintanilla alertó que la Argentina no puede crecer solo con campo, energía y minería y recordó que un cuarto del PIB corresponde a la industria. En el mismo panel del dueño de Aluar y Fate, que coordinó el ex ministro de Economía y actual presidente del Banco de Tierra del Fuego, Miguel Peirano, también habló Hugo Sigman, propietario del grupo farmacéutico Insud, y elaboró también una defensa del sector manufacturero.
Sigman elaboró un análisis internacional y llamó a un “no alineamiento” que permita mantener relaciones tanto con Occidente como Oriente. También dejó otros comentarios: “Si tuviéramos una política fiscal adecuada, tendríamos una industria que evitar importaciones y exportaría”. “No tengamos miedo a ser rentables, tengamos miedo a ser ineficientes”, sostuvo en momentos en que economistas oficialistas cuestionan a las empresas que aumentan sus ganancias con la inflación. También defendió la cooperación público-privada y apuntó contra “algunos periodistas ignorantes que creen que la cooperación es que el privado se aproveche del Estado”. No los mencionó, pero el auditorio es fiel lector de las columnas de Carlos Pagni en el diario La Nación donde lo ha criticado por sus contratos de provisión de vacunas y tratamientos por el Covid-19 en el gobierno de Alberto Fernández.