La industria alimenticia, representada en la cámara Copal, había pedido que se anulen las barreras

El gobierno de  Brasil rechazó eliminar una serie de trabas a las exportaciones argentinas, como solicitó la industria alimenticia nacional.

Entre los puntos más relevantes de la queja se destacan: barreras no arancelarias, imposibilidad de registrar productos, multas arbitrarias y aplicación de impuestos especiales para los servicios. El Gobierno busca revertir un déficit que le cuesta al país unos USD3.500 millones cada año. “Nos avisan que no cambiarán nada”, dijeron.

“Las barreras no arancelarias que afectan a la cadena vitivinícola y que impactan en la exportación de mosto de uva a granel para usos no vínicos, las dificultades de procedimientos aduaneros al ingreso de muestras de vinos, la imposibilidad de registrar agroquímicos y la aplicación de impuestos sobre las exportaciones de servicios y productos digitales”, sentenciaron fuentes oficiales a BAE Negocios.

Otros puntos señalados fueron las exigencias para describir la composición química de productos cosméticos en portugués, las dificultades para el registro de medicamentos que demoran más de dos años una vez que ingresan en el sistema, el no reconocimiento de los ensayos realizados en el país y la aplicación por parte de autoridades brasileñas de multas millonarias por errores formales en los certificados de origen de exportaciones argentinas.

Voluntad de diálogo

De todas maneras, en la Cancillería destacan la voluntad de diálogo del país vecino. Además, resaltan el avance de iniciativas relevantes como la aprobación por parte de la autoridad brasilera para la siembra, importación y comercialización del trigo HB4 resistente a la sequía desarrollado por la empresa Bioceres, la provisión de energía eléctrica y la próxima inauguración de las obras de mejora en el Puente Paso de los Libres que dará más fluidez a la infraestructura comercial binacional.

Finalmente, la comitiva argentina requirió “máxima celeridad para culminar con las negociaciones de dos puntos que son centrales para revertir el desequilibrio comercial bilateral, como la consagración del esquema de financiamiento a los proveedores brasileños del Gasoducto Néstor Kirchner y de los instrumentos de financiamiento que permitan facilitar el comercio exterior de ambos países”.

Por Francisco Martirena (Bae negocios)

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