La Administración General de Puertos (AGP) presentó los estudios técnicos y ambientales para unir con transbordadores la Isla Grande fueguina con Santa Cruz y dejar de usar la actual conexión terrestre chilena

Por más que su casa central y base principal de operaciones se encuentra en la ciudad de Buenos Aires, la Administración General de Puertos (AGP) viene desarrollando un programa de trabajo para poder hacer realidad un proyecto de transporte clave y estratégico en el extremo sur del país.

Se trata del “Corredor Marítimo Austral Argentino” (CMAA), el proyecto de vinculación por vía marítima de la Isla Grande de Tierra Del Fuego con la provincia de Santa Cruz.

La concreción del proyecto largamente demorado permitirá superar el quiebre territorial y lograr la vinculación física por aguas jurisdiccionales argentinas entre el continente y el territorio insular de Tierra del Fuego por medio de la construcción y operación de un servicio regular de transbordadores porta rodantes para el transporte de cargas y de pasajeros.

Además de no tener que depender más de Chile para llegar a Tierra del Fuego, el Corredor Marítimo Austral contribuirá a propiciar el potencial turístico, paisajístico y de servicios vinculados a la Antártida y a desarrollar las economías regionales con una obra que conjuga transporte y soberanía.

La AGP conducida por José Beni tiene asignadas la asesoría técnica –mediante la contratación de una consultora encargada de los estudios previos de campo y laboratorio para definir la ingeniería del proyecto—y la elaboración de los pliegos licitatorios para la adjudicación de las obras en ambas márgenes y la concesión del servicio de operación de los ferries y transbordadores.

En los últimos días, los técnicos de la AGP presentaron en Río Grande los estudios de evaluación ambiental y estratégica del CMMA. Sandra Acuña, a cargo de la dirección del grupo de especialistas que desarrollan el proyecto, explicó que “nuestro trabajo consiste en la ejecución de los estudios técnicos, ambientales, económicos y todo lo necesario para realizar el proyecto licitatorio del cruce por aguas argentinas. Hoy venimos a presentar el resultado de ese trabajo”.

Acuña destacó que “se hicieron diversos estudios en distintos lugares para determinar la mejor alternativa para plantear el cruce y hemos llegado a la conclusión de que el proyecto es viable técnica y ambientalmente”.

Agregó que “se confirmó que el cruce debe realizarse desde la parte sur de la Bahía de San Sebastián hasta la zona de Punta Loyola en Santa Cruz. Para la prestación del servicio de transporte se prevé utilizar buque grande de 160 metros de largo con capacidad para cargar 300 autos, 80 camiones y 1.200 personas. Y en cuanto al tiempo de navegación, se estima que estaría en torno de las cinco horas”.

El CMAA se compone, básicamente, de cuatro partes:

  • Dos cabeceras ubicadas en Punta Loyola (Santa Cruz) y en la Bahía San Sebastián Sur (Tierra del Fuego).
  • Obras complementarias y accesorias necesarias para su acceso, conectividad y operación.
  • Instalaciones portuarias.
  • Vinculación física marítima.

El cruce por aguas argentinas es un reclamo histórico de los fueguinos que carecen de una conexión terrestre con la zona continental del país y sólo pueden acceder a territorio santacruceño pasando previamente por Chile. Por ejemplo, en 2021, Tierra del Fuego quedó totalmente aislada del resto del país cuando los transportistas chilenos mantuvieron un bloqueo sobre la ruta internacional que forma parte del paso obligados de los fueguinos por el país vecino para ingresar o salir de la isla.

Tierra del Fuego es la única provincia argentina que requiere para su ingreso por vía terrestre dejar el territorio nacional para poder acceder a la misma. Se debe recorrer un trayecto de 237 kilómetros por territorio chileno.

Actualmente, para cruzar de Tierra del Fuego a Santa Cruz es necesario recorrer 68 kilómetros por la ruta nacional 3 desde Río Gallegos hasta el cruce fronterizo de Monte Aymond – Integración Austral, e ingresar al territorio chileno. Desde ahí, para seguir el recorrido hacia Punta Delgada, Primera Angostura, se toman las rutas nacionales 255 y 257.

Luego hay un tramo marítimo de 4,5 kilómetros por el estrecho de Magallanes entre los embarcaderos de Punta Delgada al Norte y Bahía Azul en la isla de Tierra del Fuego al sur. Una vez en territorio insular, se continúa el tránsito terrestre por rutas chilenas hasta el puesto fronterizo San Sebastián, para ingresar al territorio argentino.

Este trayecto cuenta con 4 pasos fronterizos (2 al salir del territorio argentino y otros 2 para volver a ingresar), es decir 8 controles en total de tramitaciones migratorias y aduaneras en caso de ida y vuelta. El cruce por aguas chilenas expresa una demora para atravesar territorio argentino y, además, representa un costo de $2.500, según las tarifas que rigen desde el 1 de mayo de 2022 de la Transbordadora Austral Broom S.A.

Fuente: DataPortuaria

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