El Banco Central mantiene su fortaleza en el mercado oficial de cambios. Tras los u$s 106 millones que adquirió ayer miércoles, acumuló compras netas por u$s 228 millones sólo en las dos primeras jornadas del mes. Pero la dinámica podría empezar a darse vuelta como consecuencia de la estrategia de los importadores.
En agosto, a la espera de la baja de la alícuota del impuesto PAIS, que empezó a aplicar desde el 3 de septiembre, los importadores retrasaron la demanda de divisas en la plaza oficial para hacerlo a un tipo de cambio más bajo, lo que en ese momento y en las últimas semanas ayudó a distender la presión sobre la reservas del Central.
La demanda que debió haberse dado en agosto y se trasladó a septiembre, por el esquema que armó el BCRA, impacta 30 y 60 días después de la solicitud, por lo que se sentirá en octubre y noviembre. En el caso de los que esperaron e importaron inmediatamente después a la baja del impuesto, la demanda impactará a partir de este jueves.
De fondo, se encuentra la habitual estacionalidad negativa en la liquidación de divisas en septiembre, octubre y noviembre, en los que el BCRA suele ser vendedor neto. Esta vez, septiembre fue la excepción por la menor demanda descrita y mejora en la oferta del agro, pero la estrategia importadora y el solapamiento de las cuotas del esquema debería pegar más fuerte este mes.
A lo anterior se suma la reciente baja de aranceles que anunció el ministro Luis Caputo sobre la importación a 89 bienes e insumos para la producción, lo que podría incentivar a que los importadores demandan más. No obstante, los analistas creen que pesará más el solapamiento de las cuotas del viejo y nuevo esquema, exacerbado por el retraso de la demanda en agosto.
Mayor presión importadora
“Octubre será otra historia. El BCRA no correría con la misma suerte que en septiembre. La dinámica del mercado oficial se tornará más desafiante. Por el lado de la demanda, dejará de jugar a favor el efecto de haber diferido importaciones. Ahora, comenzarán a pagarse las importaciones postergadas de agosto a septiembre”, señala Portfolio Personal Inversiones.
El agente de bolsa detalla que el Central pasará de enfrentar cuotas por 125% (25% de importaciones devengadas de mayo, 25% de junio, 25% de julio y 50% de agosto) a 150% en octubre (25% de junio, 25% de julio, 50% de agosto y 50% de septiembre). Es decir, linealmente, sería 20% más de las importaciones que van por el esquema.
No obstante, resalta que, contrario a lo que sucedió durante el mes pasado, en octubre las “nuevas” importaciones que comienzan a acceder al mercado oficial de cambios deberían ser más elevadas tanto por recomposición de stocks como por la mejora de la actividad económica, lo que conduciría a demandar más divisas.
“Recordemos que las importaciones estuvieron retraídas en agosto (las importaciones devengadas sin energía cayeron más de 12% mensual), a la espera de la baja del impuesto PAIS. Por el lado de la oferta, la estacionalidad marca que la liquidación del agro debería desacelerarse desde los niveles actuales, lo que podría retrotraer la oferta privada”, advierte.
Soja y dólares del blanqueo
Los analistas de Aurum Valores destacan el potencial aumento de la “capacidad prestable” que se abre ahora para los bancos, tras el fuerte crecimiento de los depósitos privados en dólares, producto del blanqueo de capitales. No obstante, dependerá del nivel de permanencia o retiros de fondos en las cuentas bancarias.
El aumento del crédito es fundamental porque implica mayor oferta de divisas en el mercado. Tal como sucedió durante buena parte del año, esto podría ayudar al Central a equilibrar o mitigar la presión de los importadores por el solapamiento de las cuotas, el retraso en la demanda por la espera de la baja del impuesto PAIS y la estacionalidad negativa de las liquidaciones.
Otro de los factores que debería contribuir a suavizar las presiones es la eventual mejora o, en su defecto, la estabilidad de los precios internacionales de la soja y otras materias primas que exporta la Argentina, a partir del relajo en la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos con el ciclo de recortes de tasas de interés.