La entrada de más de 860 mil unidades en mayo marcó un pico sin precedentes. El sector local denuncia competencia desleal y advierte sobre el impacto en la industria nacional

Durante mayo, Argentina importó 869.525 neumáticos, un volumen que sacudió al sector y que no se veía en más de dos décadas. El número incluye 737.431 cubiertas para autos y camionetas y 132.094 para camiones y colectivos, según datos relevados por Infobae.

En comparación con abril, el aumento fue del 10,6% en neumáticos livianos, mientras que los de transporte pesado registraron una leve baja del 1%.

El dato no pasó desapercibido para las tres empresas que aún producen neumáticos en el país, que enfrentan un escenario de creciente presión competitiva. “Debe ser el registro más alto de la historia. Pero también será un pico: ahora hay tanto stock que probablemente bajen los volúmenes de ingreso”, explicó una fuente de una de las firmas fabricantes.

Entre las empresas locales, Fate es la única que no importa neumáticos y que sigue comercializando exclusivamente su producción nacional. Desde la compañía aseguran que la situación es crítica: “Estamos frente a un caso claro de dumping. El precio de ingreso de muchas de estas cubiertas chinas es más bajo que el costo de sus materias primas, lo que vuelve inviable competir”.

Mientras tanto, marcas como Bridgestone y Pirelli -también con plantas en el país- combinan producción con importaciones, sin hacer declaraciones públicas. Actualmente, el mercado argentino está dominado por más de 400 marcas, la mayoría de origen chino, aunque también llegan productos de Europa, Japón y otros países asiáticos.

Los precios, por ahora, favorecen al consumidor. Comparaciones con el mercado chileno muestran diferencias menores. Un neumático Nexen 195/75 R16 cuesta USD 124 en Argentina frente a USD 117 en Chile. Un Bridgestone Turanza 195/55 R15 se vende a USD 118 localmente y a USD 121 en el país vecino.

Sin embargo, la industria nacional no logra sostener márgenes. “Estamos reventando precios. Tuvimos que bajar un 15% en dos líneas porque no vendemos nada, pero ya no nos da la cuenta”, aseguró el gerente de una cadena que comercializa autopartes.

Este fenómeno no es ajeno a las políticas del gobierno nacional, que en su afán de apertura económica, comenzó a reducir los aranceles de importación: del 35% vigente al asumir Javier Milei, se pasará al 16% en septiembre. Paralelamente, se eliminó el Certificado de Homologación de Autopartes de Seguridad (CHAS), un trámite hasta ahora obligatorio para importar neumáticos y otras piezas sensibles en materia de seguridad vial.

Desde el próximo 7 de julio, ya no será necesario el CHAS, aunque se mantendrán ciertas exigencias: los neumáticos deberán contar con certificaciones de organismos internacionales o nacionales como INTI, IRAM, OAA o ILAC, y los importadores deberán garantizar trazabilidad a través de códigos QR.

Para los empresarios del sector, este cambio abarata aún más el ingreso de productos extranjeros. “El código QR ya viene de fábrica. Las grandes marcas globales no producen sin certificación. Hoy ya no hay neumáticos truchos“, resumió un directivo.

A esta situación se suma un conflicto latente con el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA), que mantiene un clima tenso con los empleadores desde hace más de tres años, con reclamos salariales y pedidos de bonos que presionan aún más los costos.

Mientras el consumidor celebra precios más bajos, la industria local advierte un futuro incierto. Y todo indica que, por ahora, las cubiertas chinas seguirán girando sin freno por el mercado argentino.

Fuente: Mendoza Post

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