Con todo, en su informe, desde DNI señalan que las cifras esperables ubicarían a las exportaciones en el “top 3”
de resultados históricos (en dólares corrientes).
Y remarcan que quienes participan del REM elaborado por el Banco Central (febrero 2024) han hecho que las previsiones del BCRA en materia de exportaciones de bienes para 2023 sean de 82.875 millones de dólares. En una línea similar, los cálculos propios de la consultora llevan a la previsión de exportaciones en 2024 (si se mantienen las condiciones actuales, tanto en el nivel argentino como en el internacional) en una cifra de alrededor de 83.610 millones de dólares (cerca del dato provisto por el REM).
Ahora bien: a la vez, las importaciones de bienes para 2024 previstas en el REM suman 66.912 millones de dólares. Y los cálculos estimativos de DNI las prevén en una cifra de 66.940 millones de dólares
(también muy cerca del dato previsto por el BCRA). Esos datos permiten calcular (como se anticipa más abajo) un holgado superávit comercial para 2024.
En este marco, por razones endógenas (especialmente por la mejora en la cosecha en relacion a 2023 -aunque quedando debajo de la de 2022- y por algunos avances en el sistema de producción y transporte de energía-) y por otras exógenas (la demanda en los principales mercados, aun con los efectos desacelerantes de las políticas antinflacionarias en relevantes mercados mundiales; los efectos de la geopolítica que impacta en diversos flujos de negocios; y las consecuencias de algunos rendimientos económicos en ciertos mercados por debajo de lo esperable si viviéramos circunstancias normales – como China o la UE-); las exportaciones argentinas crecerán (se recuperarán) sustancialmente en relación al pésimo dato de 2023 (la Argentina tuvo en 2023 la menor participación histórica en el comercio internacional planetario).
El resultado esperable de exportaciones medidas en dólares corrientes para 2024 es el tercero mayor en la historia (luego de los anteriores récords nominales de 2022 y 2011). Mientras tanto, las importaciones (que al fin del ejercicio rondarían en una cifra bien inferior a las de los últimos dos años) estarán afectadas por dos
fuerzas encontradas. Por un lado, podrían liberarse -conforme avancen reformas anticipadas por el gobierno-, al menos gradualmente, de trabas administrativas -primero por la eliminación de los límites administrativos
(SIRAs) y luego porque está en marcha la normalización, aunque todavía gradual y paulatina, de los plazos de pagos-.
Pero, por otro lado, estarán sometidas a una dura recesión que reduce la demanda local (las importaciones de bienes esperables en 2024 serian 9,18% menores que las de 2023 y 17,9% menores a las de 2022). Ello permite augurar un generoso superávit comercial en 2024.
Si las cifra estimadas se confirmaran, aún con exportaciones de bienes menores a las originalmente previstas por muchos, y dado que las importaciones estarán en niveles bajísimos (tanto por la recesión como por los efectos de la transición -esto es: no solución inmediata de diversos obstáculos- hacia la normalización del
comercio exterior); puede anticiparse que en 2024 Argentina tendrá el mayor superávit comercial nominal medido en dólares estadounidenses corrientes de la historia: 16.670 millones de dólares.