La Cámara de Comercio de EEUU en Argentina habló de los desafíos de la nueva gestión y apuntó contra la gestión actual del comercio exterior
Comercio exterior: cómo se compone la deuda comercial por acreedor
Al desglosar los acreedores que la componen, las empresas de capitales estadounidenses precisan que “en el stock, el principal acreedor son las propias empresas (deuda intercompany), con más de la mitad del total (59%). En segundo lugar, y en menor medida, los propios proveedores que los que financian (36%)”.
Deuda comercial: la propuesta de Amcham para resolver el problema
A raíz de ese diagnóstico, sugieren:
– Garantizar el pago de las deudas que a futuro se generen por importaciones (flujo);
– Permitirles a los importadores o acceder al MULC (Mercado Único Libre de Cambio) o a los dólares financieros para el stock de deudas, con posibilidad de alternar entre los distintos tipos de cambio sin limitación alguna;
– Si las limitaciones por la falta de reservas líquidas en el BCRA imposibilitaran el acceso al MULC, proponemos gestionar con las empresas su cancelación futura mediante el acuerdo de un sendero de pago creíble, confiable, comprometido y finalmente respetado;
Comercio exterior: regulación de las importaciones
En cuanto al segundo aspecto, vinculado a las SIRAS que regulan el proceso de importaciones, la entidad señaló que “es habitual que sea imposible detectar y predecir los criterios para las aprobaciones o las negaciones” y manifestó que “si bien el nivel de aprobación ha fluctuado, actualmente podría decirse que las autorizaciones son casi nulas, sin poder garantizar a la industria el suministro de las cadenas de valor de los diferentes sectores de la economía, situación que se mostrará de manera más visible durante el próximo Gobierno a pesar de no haber sido este el responsable del problema”.
Al respecto, desde AmCham solicitan “eliminar este mecanismo de aprobación burocrático, limitativo a la producción y al abastecimiento, o en todo caso, que sólo permanezca como un sistema informativo, para que el Estado conozca el momento de pago de las importaciones acordado con los proveedores y a partir de esta información hacer previsible el movimiento de dólares para las importaciones a futuro”.
Fuente: Ámbito