Desde la Cámara Argentina de Importadores (CIRA) estiman una caída de 8% en las compras al exterior pero aseguran que el impacto en el comercio y la industria variará según la actividad
La economía de la Argentina, ligada primordialmente, a la agroindustria hace agua en los momentos que golpean factores externos como la última sequía que secó de divisas al Banco Central (BCRA) y, en consecuencia, consolidó un “extremo control de las importaciones”.
“Las empresas operan en una economía con menor disponibilidad de divisas, restricciones a las importaciones, inflación elevada y menor nivel de actividad que en los dos años previos”, precisó el documento y señaló que las reservas internacionales netas actuales son menores a lo que demandan las importaciones cada mes, en torno a u$s 4.500 millones.