La OMA lanza un proyecto de estudio exploratorio sobre una posible revisión estratégica del Sistema Armonizado. –La Secretaría de la OMA ha creado un equipo para estudiar las posibilidades de posibles mejoras en el Sistema Armonizado (SA) y sus herramientas. El equipo recopilará opiniones y sugerencias de las partes interesadas.

El Convenio del Sistema Armonizado, y el Sistema Armonizado que rige, entraron en vigor en 1988 con la intención de proporcionar una mayor uniformidad para la clasificación de los grupos de productos comercializados a nivel mundial. Desde la introducción del SA, su uso se ha extendido a nivel mundial. Al 1 de octubre de 2022 el Convenio cuenta con 160 Partes Contratantes, y el SA está actualmente incorporado en las listas de clasificación arancelaria de 212 economías (países, territorios o uniones aduaneras o económicas). No solo determina la clasificación de las mercancías y los aranceles aduaneros aplicables, sino que también se utiliza para identificar mercancías para una variedad de medidas de facilitación del comercio, información estadística, controles aduaneros y otros fines relacionados con el comercio.

Desde sus inicios, el SA ha sido enmendado para producir siete nuevas ediciones para reflejar los cambios en la tecnología y los patrones del comercio internacional. Sin embargo, estas modificaciones generalmente han implicado cambiar varias disposiciones para tipos específicos de bienes. Esta revisión periódica es en sí misma un proceso que requiere mucho tiempo y recursos, y brinda solo una oportunidad limitada para observar de manera más integral el SA, su conjunto de herramientas (notas explicativas, compendio de opiniones de clasificación e índice alfabético) y los procesos y procedimientos en torno a su gestión internacional para evaluar la salud general del sistema.

El sistema en su conjunto prácticamente no ha cambiado desde que entró en vigor en 1988, es decir, hace 34 años. Los elementos centrales del SA, a saber, las Reglas Generales de Interpretación y la estructura de encabezados de cuatro dígitos, son aún más antiguos ya que fueron tomados, con algunos cambios, del predecesor del SA: la Nomenclatura de Bruselas que entró en vigor en 1959. Dados los cambios que han tenido lugar en el entorno del comercio mundial durante este largo período, no es de extrañar que exista cierta preocupación de que sea el momento de revisar el estado del sistema y ver cómo mantenerlo preparado para el futuro.

Fuente: Mundo Maritimo

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