El subsecretario de Pesca destacó que la industria pesquera se consolidó en estos últimos años, en los que casi triplicó el volumen de sus exportaciones que pasaron de US$ 700 millones en 2003 a US$ 2.000 millones en 2021

El subsecretario de Pesca, Carlos Liberman, destacó que la industria pesquera se consolidó en estos últimos años, en los que casi triplicó el volumen de sus exportaciones que pasaron de US$ 700 millones en 2003 a US$ 2.000 millones en 2021, en plena pandemia de coronavirus.

“En un año de pandemia, como fue 2021, se consiguió la segunda mejor marca en exportaciones pesqueras. Acá hubo un esfuerzo importante del Estado, los sindicatos y las empresas”, subrayó Liberman.

Remarcó que “Argentina puede pescar de manera sostenida y exportar los volúmenes que exporta, que son mayores que hace 20 años, porque el caladero se administra de manera sustentable”.

El funcionario estuvo miércoles y jueves pasado en una misión comercial en Brasil junto con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, y una veintena de empresas pesqueras.

Los siguientes son los tramos principales de la entrevista con Télam:

Télam: ¿Cuál es el resultado de la misión a Brasil?

Carlos Liberman: Trajimos lo que fuimos a buscar. En primer lugar, se destrabó la situación de la comercialización de la merluza. En los últimos meses Brasil cambió el protocolo de fiscalización en frontera, modificó criterios y procedimientos, y esa situación alteró lo que durante años fue el normal desenvolvimiento del comercio bilateral.

T.: ¿Cómo es el comercio de productos pesqueros con Brasil?

C.L.: La Argentina tiene una tradición de exportación a Brasil muy importante. Con volúmenes de US$ 80 millones y a veces un poco más. La mayor parte de eso se explica por las exportaciones de merluza. Como cambiaron el mecanismo de fiscalización, empezaron a trabarse contenedores de merluza en la frontera, siendo el principal producto de exportaciones pesqueras a ese país.

T.: ¿Cuánto significa la exportación de merluza?

C.L.: La Argentina exporta US$ 250 millones de merluza común al planeta, de los cuales US$ 80 millones van a Brasil. El cambio de Brasil en los mecanismos y protocolos de fiscalización empezaron a obstaculizar el normal envío de contenedores con merluza. Resultó una circunstancia muy disruptiva en una relación donde las exportaciones de merluza eran trascendentales. Llevamos años exportando merluza a Brasil sin tener problemas sanitarios ni comerciales. Y también lo hacemos a Europa y a Estados Unidos sin tener contenedores trabados. Llegamos a un acuerdo transitorio por 60 días que destraba la situación actual y vuelven a darle normalidad al comercio. Ahora necesitamos alcanzar un acuerdo para criterios definitivos. Y en eso comienzan a trabajar el Senasa con su par brasileño.

 La Argentina exporta US 250 millones de merluza comn al planeta Foto Diego Izquierdo

La Argentina exporta US$ 250 millones de merluza común al planeta. Foto: Diego Izquierdo

T.: ¿Qué otro resultado se consiguió?

C.L.: Aprovechamos un logro muy significativo obtenido hace un año que fue destrabar judicialmente el impedimento del acceso del langostino a Brasil. Hace 11 años la justicia brasileña dictó una medida cautelar por la cual prohibió el ingreso, y fue el único mercado en el mundo que lo hizo. La justicia aludía a cuestiones sanitarias que ningún otro organismo en ninguna otra parte del planeta detectó o evidenció como para impedir el acceso del langostino argentino que efectivamente hoy ingresa a la mayor parte de los mercados trascendentes sin ninguna limitación. Exportamos a Japón, Estados Unidos, España, Italia.

T.: ¿Y qué avances hubo?

C.L.: Era el momento de lograr que ante la habilitación del acceso, nuestras empresas tengan un mayor nivel de penetración en el mercado brasileño. Que se sentaran a generar negocios con los principales jugadores brasileños y eso es lo que ocurrió. Las empresas pudieron hacer nuevos clientes en Brasil, algunas concretaron nuevas ventas ante nuevos clientes, otras iniciaron el proceso de concretarlas, y otras ganaron contacto y ofertas. Resultó todo muy beneficioso, porque las ventas que se concretaron, sin la misión comercial no se hubieran hecho.

T.: ¿Cuál es la situación de la industria pesquera?

C.L.: El año pasado alcanzamos los US$ 2.000 millones en exportaciones, en medio de la pandemia que afectó especialmente a los buques pesqueros. Cualquier síntoma que se manifestaba, automáticamente hacía regresar al continente y se perdía la posibilidad de seguir trabajando. Por eso, haber alcanzado el segundo mejor registro de la historia implica reconocerle al sector tanto empresario como los trabajadores un enorme mérito, porque se hizo un esfuerzo desde el Estado Nacional, los gremios y las cámaras empresarias con resultados asombrosos. La Argentina puede pescar de manera sostenida y exportar los volúmenes que exporta, que son mayores que hace 20 años, porque el caladero se administra de manera sustentable.

T.: ¿Esa sustentabilidad se mantiene aún con proyectos como los de exploración hidrocarburífera costa afuera?

C.L.: Las prospecciones sísmicas, que son mecanismos para determinar si puede o no haber hidrocarburos, se vienen realizando hace muchos años en el país. Lo que es importante aclarar es que la zona donde se están realizando en este momento los estudios está a más de 300 kilómetros de la costa marplatense. Si los recursos pesqueros no se encuentran en la zona, el riesgo es muy mínimo. Los recursos efectivamente se mueven, pero la zona en cuestión tiene muy baja presencia de stocks pesqueros. Y hay un periodo del año en que es casi nula. A partir de eso se puede ir delimitando el momento en que la sísmica pudiera o no hacerse. Los gremios de marineros y capitanes no se oponen a este proyecto, porque saben que a esa zona no van a pescar. En la zona en cuestión no se pesca, porque no hay recursos pesqueros en grandes momentos del año.

Por Leandro Selén (Télam)

Noticias Relacionadas