El economista Julián Rojo advirtió sobre la existencia de contratos que incluyen un mecanismo de “cross-default” que podrían extender el impacto a otros acuerdos como el swap y otras obras de infraestructura

El freno de las represas hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic puede traer consecuencias más allá de los 1.800 despidos que se confirmaron esta semana. El economista Julián Rojo advirtió sobre la existencia de cláusulas cross-default que podrían impactar sobre acuerdos como el intercambio de monedas con el Banco Popular de China y las centrales nucleares que todavía están en proceso de análisis. Este medio reveló semanas atrás que un tramo del swap vence en junio de este año. Fuentes diplomáticas consultadas por Ámbito confirmaron que el parate de las obras en la Patagonia puede complicar las negociaciones.

Qué implican las cláusulas de cross-default

Sobre este punto, explicó que “las cláusulas de cross-default suelen implicar que si no se hace una obra, tampoco se liberan fondos para otras (u otros acuerdos). Por ejemplo, las centrales nucleares que ofrece China por u$s 13.000 millones o el swap de monedas”.

El funcionamiento de esta mecánica fue confirmado por dos altas fuentes diplomáticas consultadas por este medio. Incluso, una de ellas aportó un antecedente: en el año 2017 cuando Macri buscaba fondos para la construcción del mega parque solar Cauchari, China pidió retomar antes la actividad en las represas hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic.
Esta semana Ámbito reveló que pese a que el contrato integral del swap se debería renovar a mediados de 2026, en junio de este año vence un tramo de los desembolsos que hizo el gigante asiático y en caso de no llegar a un acuerdo Argentina tendría reintegrar parte de los yuanes que utilizó. El monto se desconoce porque los desembolsos se hicieron en cuotas y la letra chica es confidencialPero de vuelta, todo tiene que ver con todo. Porque es en este marco que las fuentes consultadas recalcan que el parate de las obras en el sur del país puede perjudicar las conversaciones con China por el resto de los temas de la agenda bilateral. Allí está no solo el intercambio de monedas, clave hoy para las arcas del Banco Central, sino también los proyectos de infraestructura acordados en el marco de la adhesión a la ruta de la seda.

Todo esto, se da además en medio de un clima diplomático enrarecido por las declaraciones del presidente Javier Milei en campaña, la salida de los BRICS y el inédito acercamiento a Taiwán. Al cierre de esta edición, el Gobierno seguía sin solicitar los desembolsos para reactivar las obras ni había acelerado las gestiones para la firma de la XII Adenda al contrato original, que permitiría la inyección de unos u$s 520 millones al proyecto.

Por Andrés Lerner (Ámbito)

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