Mientras el dólar soja no tiene el desempeño esperado, el Gobierno trata de adelantar los desembolsos del FMI
El dólar soja no repunta y el Banco Central alterna días con una elevada sangría de divisas en el Mercado Único Libre de Cambios (Mulc) y otros, como este lunes, con pequeñas compras.
En consecuencia, las reservas netas (sin DEG) ya son negativas por cerca de US$ 1.100 millones, nivel no visto desde finales de agosto 2022, cuando el equipo económico se vio forzado a implementar el dólar soja 1.0, según un informe de Ecolatina.
En tanto, según GMA Capital, el valor del activo de mayor calidad del Banco Central, aquel fundamental para garantizar la calma en el frente cambiario, navega debajo de cero. Entre el inicio del año y el anuncio del dólar soja 3 se desprendió de US$ 3.100 millones para hacer frente a la demanda de divisas del sector privado.
“De acuerdo a los últimos datos disponibles, las brutas alcanzan US$ 34.100 millones. Si a ello le descontamos principalmente los encajes y swaps, las reservas netas son negativas en US$ 1.200 millones. Si bien ya habían mostrado números rojos a comienzos de 2022, nunca se habían ubicado por debajo de US$ 1.000 millones. Con una mirada más ácida aún, si al stock neto le restamos el oro y los DEG del FMI, las reservas líquidas son negativas por US$ 7.000 millones”, agregó GMA en su informe del pasado fin de semana.
- Producto de la sequía, Econviews espera que las exportaciones caigan US$ 20.000 millones en el año. Las importaciones también serán más bajas y el déficit de servicios se reduciría.
En las últimas semanas trascendió que se estaría no sólo renegociando el programa con el FMI (bajo el argumento del impacto de la sequía), sino que también se pretende acordar un adelanto en los desembolsos del organismo, negociación que estaría encaminada.
¿A qué se debe el flojo desempeño en el dólar soja 3?
“El dólar soja/agro liquidó en la última semana apenas US$ 418 millones (US$ 104 millones diarios). De esta manera, acumula US$ 2.039 millones desde su implementación, menos de un tercio de lo aportado por el dólar soja 1.0 en sus primeras 16 ruedas (US$ 6.561 millones), e incluso por debajo del dólar soja 2.0 (US$ 2.221 millones)”, detalló Ecolatina.
“Asociado a esto último, no sólo el precio pagado por la exportación a los productores sería insuficiente para incentivarlos a vender (el precio internacional de la soja cayó en abril de casi US$ 560 por tonelada a US$ 530), sino que también el premio por un tipo de cambio diferencial más elevado que la cotización oficial se fue achicando con la aceleración del crawling peg en las últimas ruedas: pasaría del 40% promedio en abril a apenas el 30% promedio en mayo“, agregó.
“Por tal motivo, y mientras se han ido incluyendo nuevas economías regionales al programa, no descartamos que el sector vuelva a reunirse con las autoridades para acordar modificaciones en el mecanismo que fomenten una mayor liquidación”, afirmó.
“En este contexto, la situación es muy crítica y es difícil que las expectativas se reviertan hasta que el Banco Central empiece a comprar. Parar las importaciones es la respuesta más fácil. Pero el problema que tiene hoy la entidad monetaria es que se están pagando importaciones que se hicieron hace 6 meses. Esto habla de la gigantesca falta de instrumentos que tiene el Banco Central para cambiar su suerte”, agregó.
En suma, no solo que el dólar soja viene “flojo” sino que incluso generando consecuencias negativas.
¿Y el FMI?
“En el interín consiguió pagar algunas importaciones con el swap con China y se hicieron gestiones en Brasil, por ahora muy ricas en sonrisas y chistes, pero pobres en financiamiento”, aseguró.
Respecto al acuerdo con el Fondo, Econviews señaló: “A esta altura, da la sensación de que la negociación no está en la cancha del staff del FMI y los funcionarios del Ministerio de Economía. Ya es casi una cuestión geopolítica en donde también se mezcla la política doméstica, pero vista desde Washington. El staff sólo consentiría un adelanto de desembolsos contra algunas acciones previas. La suba de tarifas anunciada esta semana va en la dirección correcta, pero probablemente no alcance. El staff se quiere asegurar que, si ponen el cash, esos dólares no se vendan a precio de ganga”.
“Por el lado de las autoridades políticas de Estados Unidos, el país que en definitiva tiene el poder de veto implícito en las decisiones del FMI, la situación no es fácil. Por un lado, seguir financiando políticas populistas no es la primera opción de nadie. Por otro lado, es improbable que las autoridades norteamericanas estén contentas con una debacle de la Argentina. Una situación política fuera de control es caldo de cultivo para que aparezcan soluciones raras tanto desde la política como desde la economía”, aseguró la consultora.
Fuente: El Economista