Luego de conocerse algunos detalles del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) impulsado por el nuevo Gobierno, son muchos los sectores gremiales que salieron a advertir que la implementación de algunas de las medidas no será fácil. Por ejemplo, la calificación de las actividades portuarias y exportadoras como un “servicio esencial”, que impide el corte total de las actividades en la industria aceitera del Gran Rosario, principal fuente de divisas del país.
Desde el gremio de aceiteros, que habitualmente consigue paritarias salariales que son la envidia de muchos otros sectores, advirtieron que la reforma laboral prevista en el DNU será el núcleo de conflictividad con el nuevo gobierno.
Entre las decisiones más duras y catalogadas como anticonstitucionales por el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe (SOEA), figura la restrictiva “reglamentación del derecho de huelga en diversas actividades que son consideradas servicios esenciales”, un concepto que ha sido ampliado y alcanza a casi todas las actividades económicas.
Según declaraciones del secretario gremial Martín Morales, el sindicato va a responder bloqueando los principales puertos y fábricas del país, pues aseguran que las medidas “tiene nombre y apellido”, ya que responden a peticiones de larga data por parte de las patronales.
“Nosotros hacemos repudio total, porque retrocedemos mucho en derechos laborales. Con estas medidas no viola solo la Constitución, sino tratados internacionales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). No hay manera de que tengamos aceptación sobre las condiciones que han puesto a la hora de hacer una huelga y de regular las asambleas que los gremios tienen normalmente”, dijo Morales a Bichos de Campo.
En este particular el desacuerdo apunta a la modificación del articulo 87 de la ley 23. 551 referida a las Asociaciones gremiales, donde se expresa que “los representantes sindicales dentro de la empresa, delegados, comisiones internas u organismos similares, así como las autoridades de las distintas seccionales de las asociaciones sindicales, tendrán derecho a convocar a asambleas y congresos de delegados sin perjudicar las actividades normales de la empresa o afectar a terceros”.
Al respecto, Martin adelantó las posibles medidas de su gremio para enfrentar un cambio que está pensado para evitar que las asambleas de los trabajadores afecten la actividad final de las industrias en que se desempeñan. En este caso, las actividades gremiales no podrían bloquear ni el ingreso ni el egreso de granos y subproductos de las terminales portuarias.
“Nosotros esperaremos un poco, pero si las centrales no toman las decisiones que deben tomar, seremos los punteros en tomar las decisiones y pararemos todos los puertos del país. Se saben todo lo que significa el parate de todos los puertos de la Nación, y empujaremos al resto para tomar el camino por donde hay que ir. Esto no lo podemos dejar pasar”, enfatizó el dirigente sindical.
Desde SOEA dicen tener experiencia y muchos años de lucha sindical, por eso se muestran seguros a la hora de salir a exigir “derechos que han ganado” y mientras aclaran que no van “sobre la conquista de nada”.
“Somos un gremio que venimos de 40 años, tenemos mucha historia porque atravesamos los años 90, con el menemismo donde nos flexibilizaron a los trabajadores nuestros y le hemos dado vuelta. Hoy en día tenemos todos los trabajadores efectivos y vamos a resistir a eso, porque somos un gremio que tiene la gente necesaria y acorde a la producción que tiene. Saben que somos combativos y nos conocen muy bien”, apuntó.
Asimismo, Morales aseguró que esta reforma está dada a pedido de las patronales, sobre lo que puntualizó: “Me refiero al banco de horas, por ejemplo. Es algo que todas las empresas del cordón industrial han querido implementar para no pagar horas extras. Las patronales siempre vienen por eso. No descartamos hacer reclamos individuales por cercenamiento de los derechos del trabajador”.
Para el sindicalista, la organización del gremio es la principal herramienta con que cuenta para lograr hacer efectivas las medidas de fuerza que piensan adoptar, mas allá de las prohibiciones que contempla el DNU. “Para nosotros no es un problema, somos una organización muy grande y de muchos años, ni siquiera el protocolo anti piquetes es un problema para nosotros. Si convocamos a parar, todos los trabajadores se quedan en sus casas, la entienden bien”, resumió el sindicalista santafesino.
Fuente: Bichos de campo