La baja en el impuesto PAIS tendría un impacto –aunque moderado– en el nivel general de precios de los próximos meses. En términos porcentuales, y según la Fundación Libertad y Progreso, implicaría una caída del 0,7%. Según algunas consultoras, sin embargo, agosto termina con un porcentaje levemente por encima del mes anterior. “Esperamos que termine con una inflación algo superior al dato de julio, y que pase el 4%”, afirmó el economista Lautaro Moschet a PERFIL. Este número se debe en gran medida a “la corrección de precios regulados en energía, gas y transporte público”. Pero en septiembre, además de la reducción de este impuesto para importaciones y fletes, “no hay previsto un aumento de las tarifas, con lo que la inflación se acercará hacia la inflación núcleo”, concluyó.
En una entrevista en radio Rivadavia, el ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró que la decisión de volver el impuesto al mismo porcentaje que tenía en diciembre de 2023 “va a implicar una reducción de precios en septiembre”. Adelantó además que se anunciarán otras medidas para “bajar el costo argentino” y que, “mientras nos mantengamos en el orden macro, esa baja va a continuar”.
Para Matías Wasserman habrá un impacto en los precios, pero “el efecto más inmediato se verá probablemente en el índice de precios mayoristas, notablemente más sensible al tipo de cambio efectivo: directamente en el caso de los productos importados, pero también de manera indirecta en los producidos localmente”. El economista explicó a este medio que “los efectos en los precios al consumidor podrían tener un poco más de rezago”, pero que en septiembre contribuirían a la desaceleración. “Cabe decir, además, que la reducción de la alícuota tiene implicancias directas en los costos, pero también puede afectar en las expectativas si el mercado lee que se acerca el fin del cepo”.
Respecto al tipo de cambio, afirmó Wasserman, “la pregunta que continúa vigente radica en la sostenibilidad cambiaria en un contexto en el que las reservas caen y se abaratan las importaciones”.
En ese sentido, detalló, “hay analistas que sugieren que la rebaja del impuesto PAIS puede ser una buena oportunidad para un salto discreto en el tipo de cambio que permita un mayor tipo de cambio exportador, pero que no repercuta negativamente en los precios locales. Por ahora, el Gobierno lo descarta”.
Si las importaciones aumentan por la baja en el impuesto, concluyó, “esto juega en contra de la industria local, de los empleos, y de la balanza comercial”. En julio, según el Indec, el superávit fue de 1.575 millones, lo que se explica en parte por el aumento de las exportaciones, pero también por una importante caída de las compras en el exterior.
El efecto de la baja en el impuesto PAIS podría tener un poco de rezago
La baja en el impuesto podría acarrear importantes desafíos en otras cuestiones de la economía que no tienen que ver con la inflación. “El Gobierno ya dijo que no va a compensar la baja del impuesto con una devaluación, con lo cual favorece el aumento de las importaciones y profundiza las dudas que existen sobre la acumulación de reservas”, argumentó en este sentido Haroldo Montagú, economista jefe de la consultora Vectorial.
Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), y en base a datos oficiales, la recaudación del impuesto PAIS en julio creció un 193,2% respecto al mismo mes de 2023, mientras en otros impuestos como Ganancias (-24,4%) o Bienes Personales (-90.1%) las caídas interanuales fueron pronunciadas.
“Esto implica una pérdida de recaudación muy considerable (entre el 5% y el 7%), que no está claro cómo se va a compensar”, aseguró Montagú.
Por otro lado, agregó, “la baja del impuesto tendría poco impacto en los precios al consumidor”. Para que eso suceda, “las empresas primero tienen que vender el stock de importaciones que pagaron con el impuesto. Luego, comprar sin el impuesto y empezar a vender”. El economista concluyó que la rebaja en el impuesto “podría tener impacto en algunos precios de algunos productos específicos, pero muy poco en el nivel general de precios”.
Para Ernesto Mattos, economista y director del IDEPI-UNPAZ, los principales beneficiarios de la reducción del impuesto serán los importadores “que van a poder acaparar bienes para stockear y vender ante una posible devaluación”.
“La inflación depende básicamente de los instrumentos que tiene el Gobierno en política de ingreso, política monetaria, política fiscal y política de comercio exterior”, explicó a este medio. Pero una de las principales anclas para la inflación, agregó, es la estabilidad del tipo de cambio. “A eso se sumó el ajuste de salarios: es muy corta la brecha entre salarios promedio y pobreza. El ajuste salarial podría generar que los precios se estabilicen, pero con un nivel de ingresos muy bajo que no permite adquirir bienes y servicios en el mismo nivel que antes”.
Para la consultora de Orlando Ferreres, la inflación de agosto será cercana al 4% de julio. Según explicó el economista a PERFIL, con la reducción del impuesto PAIS se podrían esperar inflaciones más bajas en los próximos meses, “que rondarían entre un 2% o 3%”.
En tanto, para la consultora C&T, la inflación de agosto estará levemente por debajo de los 4 puntos. El economista Camilo Tiscornia explicó a este medio, además, que “respecto al impacto del impuesto PAIS, es difícil de estimar porque no afecta a todos los bienes por igual”. Tiscornia agregó que “puede haber un efecto directo de rebaja en algunos productos importados”, pero “no en todos, porque hay empresas que deciden recomponer margen y no bajar los precios, con lo cual el impacto es acotado”.
En el mediano plazo, “podría haber una segunda vuelta: que esos productos importados, si son insumos de otros, a la larga puedan repercutir en que esos otros productos terminen bajando, pero eso es mucho más difícil todavía de estimar”.
Desde la consultora “muy preliminarmente, creemos que podría haber una baja de más o menos medio punto en el IPC, que obviamente es un efecto de una vez”.