En declaraciones a la agencia Reuters, el secretario de Minería, Luis Lucero, manifestó que “los proyectos de litio necesitan gastos de capital para iniciar sus operaciones que superan los U$S 8.000 millones, mientras que los cinco principales proyectos de cobre requieren unos U$S 20.000 millones para iniciar la etapa de producción”.

Según el funcionario, “Argentina está promoviendo las inversiones en el sector minero, que muestra un potencial hasta ahora poco explotado, para impulsar sus exportaciones y generar las divisas que tanto necesita. Con el litio y el cobre, el país tiene una importante ventana de oportunidad para ser proveedor en el comercio internacional de estos metales.

Las exportaciones mineras del país rondarán este año los U$S 4.000 millones y podrían llegar a U$S 10.000 millones en 2027, mientras que para el año 2031 podría alcanzar los U$S 20.000 millones.

“El litio se convertirá en el principal mineral exportado del país. Argentina tiene las condiciones para superar entre finales de 2025 e inicios de 2026 una producción de 200.000 toneladas de LCE y, de esta manera, acercarse al tercer puesto de países productores de litio”, afirmó a Reuters. 

Y agregó que “el crecimiento de la producción de carbonato de litio equivalente (LCE), podría pasar de las 136.500 toneladas actuales a 200.000 toneladas entre finales de 2025 e inicios de 2026”.

Según un informe del Ministerio de Minería de Chile en conjunto con S&P Global, EIA y Wood Mackenzie, los valores promedio del carbonato de litio se incrementarían paulatinamente hasta alcanzar los US$ 15.950/ton en el cuarto trimestre de 2024 y US$ 16.450/ton en 2025.

Para un período de largo plazo 2029-2033 el precio promedio alcanzaría los US$ 18.280.

La caída de los precios se debió a una serie de factores, entre los que destacan: la caída de las ventas de vehículos eléctricos; los países con los mercados automotrices más relevantes comenzaron a terminar o disminuir los subsidios para la compra de vehículos eléctricos; alza en las compras de automóviles eléctricos híbridos enchufables (PHEV); y reducción de inventarios de litio de las compañías compradoras, lo cual ha limitado la compra de mayores volúmenes, y una mayor oferta de litio en el mercado debido a la entrada en operación de nuevos proyectos.

Cabe destacar que los precios del carbonato e hidróxido de litio evidenciaron un fuerte incremento desde la segunda mitad del 2021 hasta el cierre del 2022, alcanzando cotizaciones cercanas a los US$ 70 mil/ton. 

La fuerte alza en el precio en esos años fue provocada por el crecimiento de la producción de vehículos eléctricos y por las expectativas que la oferta no sería suficiente para cubrir la demanda. No obstante, el exceso de oferta dada la puesta en marcha de nuevos proyectos fue una variable que igualmente presionó negativamente los precios del litio en 2023 y 2024.

Para este año se proyecta a nivel mundial una demanda de 1.129 mil toneladas (LCE). Se prevé que alcance 1.404 miles de toneladas (LCE) en 2025, con un crecimiento de 22,7% y 52,6% con respecto al 2023, debido fundamentalmente a la demanda de baterías utilizadas en vehículos eléctricos.

Fuente: El Economista

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