Madrid
La Organización Mundial del Comercio ha hecho públicas sus previsiones para el año 2025 en su último informe de abril y prevé que el volumen del comercio mundial caiga un 0,2% por la guerra arancelaria. Este dato contrasta con la proyección inicial que auguraba un crecimiento del 2,7%. La región del mundo más perjudicada, según el informe, será Norteamérica con una caída de las exportaciones del 12.6% y de las importaciones del 9.6% este año. Por primera vez se analiza en este informe el flujo comercial de servicios, que crecerán un 4%, un punto por el efecto de los aranceles.
El informe incide en que la pausa de los aranceles “recíprocos” inicialmente anunciados por Trump mitiga la caída, pero no evita que se contraiga la actividad. Se advierte de que la caída podría llegar hasta el 1,5% si la guerra comercial se recrudece. Con el estado actual de los aranceles, los países de América del Norte serían los más afectados, sin embargo, el crecimiento esperado para Europa se recorta un 0,3% y para Asia un 1,7%.
El comercio mundial de servicios se verá afectado por la guerra arancelaria que, según la Organización Mundial del Comercio, crecerá un 4% este año, pero un punto menos por la situación comercial. Europa liderará el crecimiento, pero con una notable reducción de 0,8%. En este sector las regiones de África, Sudamérica y Oriente Medio serán las más afectas por la coyuntura global.
Desde el informe se advierte de que el turismo será el primer perjudicado, al ser un gasto fácil de eliminar para los consumidores. También varios servicios necesarios en torno al comercio de bienes, como la consultoría, la investigación y los sistemas de gestión, se enfrentarán probablemente a una caída en la demanda este año.
La OMC espera que la reducción del comercio entre EE.UU. y China provoque un importante desvío en los flujos comerciales. Esto supondría un aumento de la competencia China en otros mercados. A pesar de la tensión con Estados Unidos, el informe prevé que las exportaciones chinas aumenten entre un 4% y un 9% en todas las regiones fuera de la región de Norteamérica. Por otro lado, las importaciones estadounidenses procedentes de China disminuirán drásticamente en sectores como el textil, la confección y el material eléctrico, lo que ofrecerá oportunidades de exportación para otros proveedores capaces de llenar el vacío.
Los países menos desarrollados y dependientes de las exportaciones podrían llevarse la peor parte. Si se restablecen los aranceles “recíprocos” de Estados Unidos, sus economías podrían sufrir porque su comercio se concentra en un abanico reducido de productos y carecen, muchos casos, de planes y recursos para hacer frente a estas eventualidades. En la situación actual, con la pausa en los aranceles pueden beneficiarse de la desviación de los flujos comerciales, ya que su estructura de exportación es similar a la de China, especialmente en textiles y electrónica.
Fuente: Cadena SER