Arranca una serie de meses complicados para el Banco Central. Las reservas netas, aún negativas, se verán más tensionadas por mayor demanda de dólares a partir de los cambios que aplicaron el presidente Javier Milei y el ministro Luis Caputo en impuestos y flexibilización cambiaria, además de menor oferta por factores estacionales.

El “veranito” de agosto para el BCRA probablemente quedará atrás. La seguidilla de compra de divisas, que desde el principio fue concebida como transitoria, estuvo sostenida fundamentalmente por la caída de la demanda en el mercado oficial, producto de la postergación de importaciones, a la espera del recorte del impuesto PAIS.

De hecho, los operadores del mercado destacan que los u$s 380 millones que compró el Central en el mercado oficial de cambios hicieron un agosto atípico, mes en el que por la estacionalidad negativa del sector agroexportador la autoridad monetaria acostumbra a ser vendedora neta de divisas en los años con controles cambiarios.

Además, la eventual llegada de dólares del blanqueo de capitales que se prevé para las próximas semanas, si bien tendrá un impacto positivo sobre otros frentes, será nulo para las reservas netas del Banco Central porque esos fondos sólo se contabilizan en las tenencias brutas, a través de los encajes bancarios, resaltan los economistas.

Mayor demanda de dólares

El mercado prevé más presión para las reservas del BCRA a partir de hoy. Con la baja de la alícuota del impuesto PAIS, que pasará del 17,5% al 7,5%, los importadores tendrán más incentivos para demandar dólares en el mercado oficial de cambios debido a que se abarata el costo final para importar, con un tipo de cambio 8,5% más bajo.

Sobre todo, teniendo en cuenta la postergación de importaciones que se dio en agosto por la espera de la baja del tributo. Se suma que a partir de hoy y durante tres meses se solaparán el viejo y nuevo esquema de acceso a divisas, lo que hará que la demanda pase a ubicarse entre 125% y 150% de las importaciones devengadas.

El equipo de research de la consultora Romano Group calcula que, en base a la sumatoria de estos dos factores, en el mercado oficial de cambios se observará una demanda adicional por parte de los importadores de aproximadamente u$s 10.500 millones en septiembre, u$s 2400 millones en octubre y u$s 1200 millones en noviembre.

Presión distribuida

Sin embargo, la estrategia que implementó una parte de los importadores en agosto, atrasando las importaciones a la espera de un tipo de cambio más bajo tras la aplicación del recorte de la alícuota del impuesto PAIS, generará que, asimismo, la mayor presión sobre las reservas se postergue a los meses siguientes, de acuerdo con PPI.

“La mayor demanda de dólares por la baja de la alícuota del impuesto PAIS, que entra en vigencia hoy, recién va a impactar en las reservas a partir de principios de octubre, ya que el plazo más corto de acceso a divisas es de 30 días, salvo para las importaciones de energía, que acceden inmediatamente al mercado”, sostiene.

El nuevo esquema de acceso, que hasta julio era de cuatro cuotas en partes iguales, desde agosto es de dos pagos, a otorgarse a 30 y 60 días. Por lo tanto, el impacto sobre las reservas por la mayor demanda que empezará a registrarse a partir de este mes, impulsada por la baja del impuesto PAIS, en parte se observará entre octubre y noviembre.

El nuevo esquema traía aparejada una mayor concentración de pagos en octubre, con el 150% de las importaciones devengadas. Pero la mencionada estrategia de atraso de los importadores en agosto hizo que se corrieran los tiempos, por lo que parte de la concentración que en principio estaba estipulada para octubre se pasará para el mes siguiente.

Enrique Pizarro (El Cronista)

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