Hay señales de alerta que comienzan a emerger de la economía brasileña que obligan a estar atentos.
La actividad económica de la principal economía sudamericana está, por el momento, sólida, pero los activos comienzan a reflejar debilidad de acuerdo con la evolución del Bovespa (el índice bursátil brasileño), en franca caída desde enero: 25% en dólares.
La semana última, el real volvió a depreciarse en relación con el dólar, pasando de los 6 a 6,05 reales por dólar, acumulando en lo que va del año una caída de casi el 20%.
Estas señales se notan primero en los indicadores financieros pero, eventualmente, comienzan con su efecto contagio hasta llegar a la economía real y al comercio exterior.
Intercambio bilateral
De acuerdo con Abeceb, la Argentina mostró en noviembre un déficit comercial con Brasil de US$ 81 millones, el quinto en el año. “Este ligero déficit se da en un contexto de fuerte recuperación del flujo comercial bilateral: el total del comercio entre Brasil y Argentina totalizó US$ 2468 millones, una suba de 27,9% respecto al mismo mes del año anterior. En el acumulado del año, se ha alcanzado un déficit de US$ 256 millones, una diferencia de 4513 millones con el déficit acumulado en los primeros once meses de 2023 (4769 millones). De esta reducción del déficit, casi la mitad (en rigor un 43%) se explica debido a la disminución de importaciones de soja (1929 millones), en tanto otro 6% adicional obedece a la disminución de las importaciones de energía eléctrica por 265,3 millones”, explicaron.
Las importaciones que la Argentina realizó desde Brasil alcanzaron los 1275 millones de dólares en noviembre, creciendo casi un 31% en el año, y acumulando el tercer mes de crecimiento consecutivo. En términos anuales, no obstante, el período enero a noviembre se ubicó un 20,7% por debajo del nivel de compras registrado en 2023. El sector automotriz impulsó las importaciones con aumentos de entre 139 y 194 por ciento entre vehículos de carga, de pasajeros y particulares.
Por el lado de las ventas, “mostraron un desempeño robusto en el mismo mes, llegando a 1194 millones de dólares, aumentando un 24,8% respecto a igual mes del año anterior, aunque algo por debajo de las importaciones. En el acumulado del año, las ventas a Brasil han incrementado en un 11,1% respecto al mismo período de 2023.
El agro mostró excelentes resultados con un crecimiento del 257,2% anual, acumulando un 42,0% en 2024. “Asimismo, las ventas automotrices a Brasil mostraron interesantes guarismos en noviembre, con una suba del 22,1% en las ventas de vehículos de pasajeros, un 18,8% en las exportaciones de vehículos de mercancías, y una suba del 32,4% en las partes y piezas de vehículos automotores”, explicaron en Abeceb.
Perspectivas
“Ya cerrando 2024 -concluyeron- la mirada está puesta en 2025, año en el que se espera un fuerte crecimiento de la economía argentina, que se recuperaría de dos años de recesión de la mano de mayor inversión, mayor competitividad externa, y un repunte del consumo atado al crédito privado y a la recuperación del salario real. Esto tendrá un impacto en los flujos comercial esperándose un mayor dinamismo importador tanto a nivel agregado como de las importaciones provenientes de Brasil”.
De acuerdo con la consultora, la reducción del impuesto PAIS a fin de año, “con un tipo de cambio local que se aprecia en términos reales mientras el real brasileño se ha depreciado significativamente, reforzarán también la dinámica importadora”.
“Cabe destacar que el real brasileño se depreció 6% el último mes y acumula una suba de casi 23% en lo que va del año. Así, el tipo de cambio real bilateral entre Argentina y Brasil se ubica en valores mínimos desde 2015, y algo por arriba de los de 1999, evidenciando un nivel de apreciación del peso considerable. Esto podría repercutir en el comercio bilateral, ya que los bienes brasileños se abaratarían respecto a los argentinos, y viceversa, además de impactar en la competitividad del peso en general. Así, al menos a principios de 2025, es posible que el saldo comercial sea más deficitario. Si bien es prematuro determinar si el real se mantendría tan depreciado o retornaría a valores menores, lo cierto es que las perspectivas financieras de Brasil serán un factor crucial a monitorear, especialmente si turbulencias en los mercados tuvieran repercusión en la actividad económica y por ende en el comercio”, analizaron.
“Por el momento, mantenemos nuestra expectativa de un crecimiento económico moderado para Brasil (en torno a un 2% en 2025 luego de haber crecido un 3% esperado este año); con posibles subas en la Selic para contener la salida de dólares y las tensiones inflacionarias. Esto probablemente debilite (moderadamente) la demanda brasileña por productos del exterior (entre ellos argentinos). Con todo esperamos una ampliación del déficit bilateral con Brasil de cara a 2025, el cual podría arrimar US$ 3000 millones en 2025, luego de un déficit de en torno a US$ 350 M al cierre de 2024”, puntualizaron.
Fuente: Trade News