• La Argentina registró un déficit comercial de US$ 4.368 millones durante el primer semestre de este año, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
  • Durante ese período, las exportaciones acumularon una caída del 24,7% y totalizaron los US$ 33.397 millones.
  • Mientras que las importaciones retrocedieron un 8% entre enero y junio y terminaron el semestre con un acumulado de US$ 37.765 millones.

El Gobierno nacional analiza una serie de medidas relacionadas con el comercio exterior, luego de que en junio último la Argentina alcanzará un récord histórico de déficit en la balanza comercial y mientras continúan las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la reestructuración del acuerdo firmado en 2022, mediante el cual el organismo aceptó postergar el pago de la deuda por US$ 45.000 millones contraída en 2018 durante la gestión de Mauricio Macri.

En esta nota, repasamos en detalle los resultados de la balanza comercial durante el primer semestre de este año: ¿cuánto se exportó y cuánto se importó? ¿cuáles fueron los 5 productos más comprados por el país al mundo? ¿Y cuáles fueron los más vendidos?

Balanza comercial del primer semestre, deficitaria

Los intercambios comerciales sufrieron la caída más importante de 2023 durante junio. Las exportaciones cayeron un 35,4% interanual ese mes, a US$ 5.450 millones, debido principalmente a los efectos de la sequía mientras que las importaciones se retrajeron un 17,2%, a US$ 7.177 millones en el mismo período, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

De esta manera, el déficit comercial de junio alcanzó los US$ 1.727 millones. “El resultado, se trata del desequilibrio más abultado en la historia para la Argentina: equivale a 6,5 veces el registro de junio de 2022 y es un 54% mayor al registrado en mayo”, indicó la consultora Abeceb en un informe. Y agregó: “Parte de la caída de las importaciones está motivada por el cierre de grifo por parte del Gobierno nacional para compensar parcialmente el desplome de las exportaciones”.

En tanto, en el primer semestre el país registró un déficit comercial de US$ 4.368 millones. En ese período, las exportaciones totalizaron los US$ 33.397 millones (-24,7%) mientras que las importaciones cerraron en US$ 37.765 millones (-8%). Se trata del rojo comercial más alto para un primer semestre desde el año 2018. 

En cuanto a las exportaciones, los valores exportados cayeron un 35,4% interanual en junio, la séptima baja mensual consecutiva y la mayor caída desde 2009, cuando la Argentina sufría las consecuencias de la caída de precios y la crisis financiera mundial. Los envíos disminuyeron 24,8% en cantidades y los precios, un 14%. 

“Un aspecto a destacar es que, finalizado el tercer tramo del dólar diferenciado para la exportación de alimentos, indudablemente bajaron tanto los stocks como los incentivos a exportar, y en la medida que nos acercamos a las Elecciones presidenciales, el sector privado prefiere no desprenderse de un stock que cotiza en dólares. Sin embargo, la caída no es solamente por los alimentos sino que la caída es generalizada en todos los rubros”, destaca el informe de Abeceb.

En cuanto a las importaciones, los valores cayeron un 17,2% en junio, producto de una caída en los precios (-10,5%) y de las cantidades (-7,6%), a partir de una profundización de la baja en las compras de combustibles y lubricantes (-50%) y bienes de capital (-15,9%), entre otros.

De acuerdo a Abeceb, “casi todas las caídas de importaciones son principalmente por precio, a excepción de los combustibles y los bienes de capital, lo que preocupa dado que ello implica que el país no cuenta con los dólares suficientes para reponer el desgaste natural del capital productivo”.

Así, el déficit es producto de que, pese a la caída en las exportaciones por sequía y otras causas, las importaciones prácticamente no se movieron aún cuando el Gobierno estaría aplicando mayores controles.

Los 5 productos más exportados e importados en el primer semestre 

Los 5 productos más exportados durante el primer semestre fueron: harinas y pellets de soja (US$ 4.365 millones), maiz en grano (US$ 3.035 millones), aceite de soja (US$ 2.244 millones), vehículos para transporte de mercancías (US$ 2.093 millones) y aceites crudos de petróleo  (US$ 1.581 millones). 

Mientras que los 5 productos más importados entre enero y junio estuvieron encabezados por porotos de soja (US$ 3.406 millones), un producto que, como se explica acá, es adquirido debido a la alta capacidad de la industria harinera y aceitera. Le siguieron el gasoil (US$ 1.391 millones), gas natural licuado (US$ 1.057 millones), partes de celulares (US$ 706 millones) y energía eléctrica (US$ 450 millones).

Sobre las importaciones de energía, la consultora Ecolatina -fundada por Roberto Lavagna- consideró en un informe que “la balanza energética no logró retomar a la tendencia superavitaria previa de 2019- 2021, que se registró hasta la disparada de los precios de la energía en 2022 producto de la invasión de Rusia a Ucrania”.

Las proyecciones para lo que resta de  2023

De acuerdo con Abeceb, “la Argentina cerraría este año con un déficit que se consolidaría una pérdida de divisas del orden de US$ 7.000 millones salvo una recuperación de las exportaciones a partir de una excelente cosecha de invierno y la liquidación de los stocks existentes de granos”.

Asimismo la consultora indicó que “el deterioro del saldo comercial este año no será mayor gracias al achicamiento del déficit en la balanza comercial energética que pasaría de un saldo negativo de US$ 4.359 millones en 2022 a un ligero déficit en torno a US$ 1.000 millones en 2023, e incluso no se descarta un virtual equilibrio”.

Por su parte, Ecolatina proyectó que “las exportaciones mostrarán una importante merma este año ya que los estragos de la histórica sequía que atraviesa la Argentina, sumado a los menores precios promedio, significarán pérdidas en las exportaciones agrícolas que podrían superar los US$ 20.000 millones, lo que equivale a casi 4 meses de importaciones”. 

En este sentido, la consultora planteó que “el Gasoducto Néstor Kirchner implicará una menor necesidad de divisas, aunque no la suficiente para revertir el déficit estructural de la balanza energética de este año”.

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