Además, fuentes del comercio exterior aseguran que las SIRA con Licencias Automáticas están casi paralizadas
Ante la necesidad de cumplir con la meta de acumulación de reservas internacionales acordada con el FMI e incrementar el poder de fuego del BCRA para intervenir en el mercado cambiario, el Gobierno restringió las importaciones en distintos momentos del año pasado. Como ocurre con las frazadas cortas, el cepo importador afectó otras partes y variables de la economía, como el nivel de la actividad.
“Hoy en día el problema de las restricciones de las importaciones se ha generalizado a tal punto que tomó una afectación negativa en todos los sectores de la economía”, señalaron fuentes privadas de comercio exterior a El Economista.
“Es decir, el problema es transversal. No hay sectores más afectados que otros, todos están afectados. Sí hay empresas más afectadas que otras”, indicaron.
Por lo tanto, explican, ya es difícil identificar sectores económicos con problemas porque todos los tienen, y las diferencias se ven en la micro. O sea, en diferentes empresas de un mismo sector.
“Eso habla de la discrecionalidad de la administración del comercio, la falta de previsibilidad que existe, y que no se limita a la fecha del pago solamente, sino a la autorización de la importación”, afirman importadores.
“Con el agravante de que, hoy por hoy, las SIRA con Licencias Automáticas, o sea, las importaciones que deberían autorizarse rápidamente y que son mayormente insumos para la salud y la producción, también están frenados a cero”, agregaron.
Argentina alcanzó su máximo de importación en 2013 con compras por más de US$ 74.000 millones, según un informe de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).
“Cualquier número por debajo de ese monto, son importaciones menores para la producción y el consumo. Mientras Argentina no supere ese monto de importación, no hay crecimiento real de las importaciones. Solo recuperación”, dijeron las fuentes.
“Y si se tiene en cuenta que la elasticidad histórica entre las importaciones y el PIB es de 3 a 1 (o sea, por cada 3 puntos de crecimiento de las importaciones, crece 1 punto el PIB) no va a haber crecimiento si no se alcanzan y se superan esos niveles”, afirmaron.
En este sentido, las fuentes explicaron que más del 80% de las importaciones van a la industria y a la producción. Es decir, el principal cliente de la importación es la industria nacional.
Por lo tanto, más importaciones es más producción, más exportación y consumo para todos los argentinos.
“Las industrias están entrando en una fase de falta de previsibilidad absoluta en cuanto a su abastecimiento y no tienen la certidumbre necesaria para ser eficientes en costos, mantener el ritmo productivo habitual y eso se termina transformando en desabastecimiento y costos más altos”, concluyeron.
Fuente: El Economista