Por problemas presupuestarios y ante el inminente recorte en la obra pública, el Gobierno dejará sin adjudicar la reversión del Gasoducto Norte. ¿Peligra la provisión de energía en el invierno?
El Gobierno frenó la adjudicación de una obra clave para el abastecimiento de gas natural y energía eléctrica en 2024: es la reversión del Gasoducto Norte, por un volumen total de 19 millones de m3 diarios (MMm3/d). El proceso de licitación había arrancado en agosto y se esperaba adjudicar a principios de noviembre, pero la elección de Javier Milei como presidente y su intención de cortar los fondos para obras públicas demorará la concreción.
Aún antes de las elecciones, la adjudicación de la obra ya venía con severas demoras por temas presupuestarios. Las ofertas de ambas compañías quedaron un 60% por arriba de lo estimado por Energía Argentina (Enarsa), que todavía no había aprobado una ampliación para subsanar legalmente el proceso y avanzar. La fecha límite para la construcción del gasoducto La Carlota – Tío Pujio (Córdoba) y plantas compresoras era en mayo, y ya estaba en duda antes de que Milei resultara elegido por la población.
La inversión prevista era de unos 713 millones de dólares, de los cuales el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) aporta u$s 540 millones y el resto se utilizan fondos públicos provenientes de exportaciones eléctricas de los últimos años. No obstante, el apuro por tener que hacer una obra en menos de seis meses, sumado a las trabas a las importaciones y la volatilidad de la economía argentina elevó el presupuesto.
Según fuentes oficiales, el ahorro por sustitución de importaciones para 2024 era de u$s 1200 millones y a partir de 2025, de u$s 1960 millones, a los valores actuales del gas boliviano.
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se comprometió a entregar 5 MMm3/d en condición firme (no interrumpible) hasta el 31 de julio del año que viene, y después podrá seguir enviando en modalidad interrumpible -sin penalidad- los excedentes de su producción y las exportaciones a Brasil, que tienen prioridad, de acuerdo a los datos de Álvaro Ríos Roca, socio director de Gas Energy Latin America. Si llueve en Brasil y se llenan sus represas hidroeléctricas, eso favorecerá a la Argentina.