Tras efectivizar la reducción en el Impuesto PAIS y bajar los plazos de pago de las importaciones, el Ministerio de Economía que conduce Luis “Toto” Caputo, cosechó apoyo de los sectores con mayor dependencia de insumos del exterior, pero abrió interrogantes respecto al impacto en las reservas del Banco Central (BCRA), los dólares paralelos y posibles presiones inflacionarias adicionales.
Las medidas que forman parte del plan de reordenamiento hacia el “normal funcionamiento de la economía” se han vuelto centrales por el impacto que adquirió el Impuesto PAIS sobre la recaudación fiscal, durante los primeros ocho meses de gestión liberal.
Según cálculos del Instituto de Análisis Fiscal (IARAF), la rebaja de la alícuota del impuesto del 17,5% al 7,5%, implicaría una pérdida de ingresos por 0,13% a 0,18% del PIB en los últimos cuatro meses del año, lo que explica entre el 14% y el 20% del superávit fiscal anualizado.
Al mismo tiempo, si bien el Gobierno espera un alivio en la demanda de dólar contado con liquidación (CCL) para pagar las importaciones, el atractivo acceso a dólares oficiales aumentará en cerca de u$s 1000 millones la demanda sobre el BCRA, desde septiembre, según las propias estimaciones de Economía.
Dólar e inflación ¿más presión?
La erogación, se suma a la presión que asumió el Central desde diciembre de 2023, con el lanzamiento de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL), que buscaron resolver parte de la deuda comercial por pagos al exterior.
Hasta marzo -último informe oficial- el rojo alcanzó los u$s 59,1 miles de millones, lo que representó un incremento de 1,8 miles de millones en el primer trimestre, a partir de la calendarización para el acceso al mercado de cambios para pagos de importaciones.
La disyuntiva que plantea la flexibilización de importaciones fue analizada por el jefe de Gabinete de Ministros, Guillermo Francos, días atrás, en su primer informe de gestión ante la Cámara de Diputados de la Nación.
Ante la consulta sobre cómo se espera que esta medida impacte en la demanda de dólares en el mercado paralelo y cuál es la estrategia del gobierno para evitar que la reducción del plazo de pago de importaciones genere presiones inflacionarias adicionales, Francos aseguró que, en conjunto, permitirán un normal funcionamiento de la economía.
“Esta medida, junto con las vinculadas a liberalización y exenciones impositivas, permitirá una mayor fluidez en las importaciones, lo que contribuirá a incrementar la competencia en el mercado local, ejerciendo una presión bajista sobre la inflación, y se alinean con el objetivo de eliminación de los controles cambiarios“, apuntó.
Por su parte, desde el BCRA agregaron que, el criterio seguido fue progresar en esta dirección sin generar riesgos excesivos en la situación económica general, y en la dinámica de la desinflación. “La reducción del plazo de pago de importaciones no debería crear presiones inflacionarias, ya que esta medida reduce el costo de estos productos y debería ayudar a moderar la variación del precio al consumidor de los mismos”, indicó en la respuesta a Diputados.
Aun así, el funcionario liberal, destacó que “la estrategia antiinflacionaria tiene sus pilares más importantes en otras medidas” y apuntó al programa de estabilización macroeconómica que se lanzó en diciembre de 2023 basado en la eliminación inmediata del déficit fiscal y del déficit de la balanza de pagos, “las principales fuentes de emisión monetaria y de pérdida de reservas”.