Se trata del segundo mayor aumento mensual del que haya registro en períodos con cepo cambiario, después del dato de agosto pasado. Se estima que el stock de deuda comercial por importaciones de bienes y servicios ya se ubicaría entre los u$s48.000 y 50.000 millones

Al igual que el taxímetro de la deuda remunerada del Banco Central, que parece trabajar 24 horas al día, tampoco el del endeudamiento con los proveedores internacionales de bienes y servicios da señales de detenerse ya que en septiembre pasado volvió a aumentar, en casi u$s2.500 millones. Se trata del segundo mayor aumento mensual del que haya registro en períodos con cepo cambiario, después del dato de agosto pasado. Se estima que el stock de deuda comercial por importaciones de bienes y servicios ya se ubicaría entre los u$s48.000 y 50.000 millones, de los cuales la mitad se generó en lo que va de 2023.

“El sector con mayor dinamismo en el mes fue el de “Oleaginosas y Cereales”, con un aumento interanual del 29%, consecuencia principalmente de la sequía que imposibilitó el abastecimiento de las necesidades de porotos de soja de la industria procesadora, la cual necesita de esta materia prima para mantener un nivel mínimo de operación y para cumplir con sus compromisos comerciales previamente pactados”, señala el BCRA. Asimismo, destaca que la cosecha récord obtenida en Brasil esta campaña tornó económicamente más conveniente la operatoria de importación, procesamiento y exportación de subproductos de soja. “Cabe señalar que en esta operatoria se trata de importaciones temporarias, es decir, porotos que serán industrializados localmente para luego ser reexportados”, agrega.

Si bien el tema parece soslayarse en el debate electoral, ya la misión técnica del Fondo Monetario Internacional había dejado registro de este asunto en el último Staff Report de la 5° y 6° revisión del acuerdo vigente. El FMI señala, en dicho documento, que el stock de financiamiento de importaciones ya había alcanzado un máximo histórico de u$s38.000 millones, a mediados de año. Y para dimensionar el tenor de este endeudamiento explicó que representa alrededor del 60% de las importaciones totales, en comparación con un promedio histórico del 39%. Los números del Fondo no distan mucho de las estimaciones privadas, pero los técnicos del organismo habrían calculado un mix entre la financiación comercial normal y de las restricciones al acceso de divisas para importar. De modo que, a la deuda comercial, considerada flotante que normalmente no se paga, se le ha sumado en el último año cerca de u$s20.000 millones.

Dado que en el debate electoral el tema del posible levantamiento del cepo en el próximo Gobierno concentra gran parte del interés del mercado, vale señalar que en caso que se eliminen las restricciones cambiarias al otro día no se deberán pagar los u$s50.000 millones de importaciones impagas. Pero sí el nuevo equipo económico deberá lidiar con la presión de los importadores para que le cancelen, por lo menos, el incremento de la deuda comercial de los últimos años. Lo que será otro factor de demanda reprimida de divisas.

Por Jorge Herrera (Ámbito)

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