En ocho meses de 2025 ingresaron al país más de 22 mil toneladas de indumentaria, mientras las exportaciones argentinas caen a mínimos históricos

La industria argentina de la indumentaria atraviesa una coyuntura marcada por contrastes inéditos. Mientras las vidrieras de grandes cadenas y pequeños comercios se llenan de prendas importadas —desde abrigos hasta simples remeras—, las marcas locales enfrentan un escenario adverso: menos espacio en el mercado interno y una brusca caída de las ventas al exterior.

Según un informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), elaborado a partir de datos oficiales del Indec, las importaciones de ropa alcanzaron los USD 421 millones entre enero y agosto de 2025, el doble que en el mismo período del año pasado. En términos de volumen, ingresaron 22.839 toneladas, lo que significó un incremento interanual del 146%, la cifra más alta para ese tramo de tiempo desde 2018.

El fenómeno tuvo su punto más crítico en agosto: ese mes ingresaron 3.293 toneladas, un 283% más que en agosto de 2024, con un valor de USD 65 millones (+215%).

Los orígenes de la ropa extranjera

El documento de la CIAI detalló que China concentró el 43% del valor total importado, consolidándose como el principal proveedor, seguido por Vietnam y Camboya. La entidad destacó además que los precios unitarios de la ropa asiática fueron sensiblemente más bajos que los de otras regiones: el promedio por prenda fue de USD 18,4, un 18% menos que un año antes.
En el caso puntual de China, el valor cayó hasta los USD 12,8 por unidad, 20% menos que en 2024.

Los rubros que lideraron el ingreso de productos fueron abrigos, pantalones y sweaters, que representaron casi la mitad del valor total. Sin embargo, las mayores subas interanuales en volumen se registraron en remeras, camisas masculinas y prendas femeninas, con aumentos superiores al 200%.

Exportaciones en caída

Mientras las importaciones baten récords, las exportaciones de indumentaria se desploman. Entre enero y agosto, Argentina vendió al exterior por apenas USD 12 millones, un 17% menos que en el mismo período del año anterior. En cantidades, se exportaron 372 toneladas, lo que significó una baja del 19%.

Un sector en tensión

Los números reflejan un fuerte desbalance en la balanza comercial del sector textil. Con productos extranjeros que llegan a precios cada vez más bajos y un mercado interno saturado, las empresas nacionales enfrentan un desafío doble: resistir en las góndolas locales y recuperar competitividad en mercados internacionales que, por ahora, se achican.

Fuente: Ecos Diarios

Noticias Relacionadas