Por séptimo mes consecutivo el déficit comercial volvió a marcar la tónica del comercio exterior argentino que, en septiembre, vio un desplome de las exportaciones muy superior a la caída interanual de las importaciones.
De acuerdo con el análisis de Abeceb respecto de los datos publicados por el Indec, el saldo negativo acumulado desde enero asciende a US$ 6960 millones, un dato preocupante en un país marcado por la necesidad de generar dólares que definitivamente no tiene en sus reservas.
El déficit acumulado, además, marca una reversión financiera respecto del mismo período de 2022 de casi 10.000 millones de dólares, habida cuenta que el año pasado, a esta fecha, la Argentina registraba un superávit comercial de US$ 2578 millones.
Leve esperanza
“No esperamos una reversión significativa de las tendencias del comercio exterior y del saldo comercial evidenciadas hasta aquí”, destacaron desde Abeceb, tras abrir una leve esperanza de cara a diciembre, cuanto empiece a impactar la cosecha de trigo y recorte algo la caída de las exportaciones, que el año pasado sufrieron los estragos de la sequía.
“Sin reservas en el BCRA y con fuertes presiones cambiarias que continuarán al menos hasta tanto se diriman los resultados electorales y quien resulte electo explicite su programa económico, el cepo importador seguirá endureciéndose tal como ha venido sucediendo las últimas semanas”, dijo Abeceb en relación con las importaciones, tras advertir la crítica situación de las SIRA y los pagos.
“Ya hubo al menos dos reprogramaciones importantes de pagos de importaciones, con desplazamientos de fechas de pago de 60 días promedio y no se descarta que esto se profundice en las próximas semanas. Al tiempo que prácticas como la multiplicación de bloqueos por el código 46 (la operación no pudo ser validada) y el código 47 (el documento de origen no pudo ser validado) probablemente sigan a la orden del día, mientras la Cuenta Corriente Única de Comercio Exterior (CCUCE) muestra intermitencias de funcionamiento”, agregaron.
Al respecto, en los últimos días apareció también el código 049, relacionado con el giro de divisas en zona franca.
De esta manera, y aún “con reversión del efecto sequia hacia fin de año, difícilmente pueda cerrarse el año 2023 con un déficit comercial inferior a los 6000 a 7000 millones de dólares, cuando el año pasado tuvimos un superávit comercial de US$ 6900 millones”, concluyó Abeceb.
Exportaciones
Los valores de las ventas sumaron poco más de 5700 millones en lo que marcó una caída interanual del 23,5%, explicada en casi un 98% por las menores cantidades exportadas.
Los 10 meses seguidos de caída en los valores de las exportaciones se siguen explicando por los efectos de la sequía, aunque todos los rubros contabilizados mostraron caídas “con picos de impacto en las cantidades de los productos primarios (-21,2%) y en cuanto a precios, en los de Combustibles y Energía (-15,8% i.a.)”.
Las manufacturas agropecuarias cayeron 28,7%, los productos primarios con 31% y combustibles y energía con 34%. En tanto, las manufacturas industriales cayeron sólo por valores (-5,3%) ya que las cantidades crecieron levemente (0,3%).
Importaciones
Los valores de las compras se contrajeron un 8,3% mientras que los volúmenes volvieron a mostrar un incremento interanual de 2,7%, como también había ocurrido en el mes de agosto aún pese a las restricciones del cepo.
Combustibles y lubricantes fueron los que más cayeron (-42,6%) tanto por precio como por cantidades, debido a la mayor oferta generada tras la inauguración del Gasoducto Néstor Kirchner.
En el apartado de bienes intermedios, crecieron en casi 7% en cantidades y cayeron un 12% en valores. Los bienes de capital mostraron la caída más moderada, de 2,5%, explicada en su totalidad por una disminución en las cantidades (-3,3% i.a.).
Las importaciones de autos, en cambio, “mostraron un alza fenomenal del 95,3% explicada en su totalidad por un aumento en las cantidades del 90,6%, en el marco un proceso de normalización -tras el desplome del 85% que se había registrado en el bimestre julio–agosto, con vehículos que se habían acumulado y demorados en aduana a la espera del cierre del acuerdo entre el gobierno y el sector para la incorporación de ciertos modelos al programa de Precios Justos”.
Fuente: Trade News