Se publicó en el Boletín Oficial la reglamentación para la implementación del programa que destinará alrededor de $100.000 millones para financiar al sector de ganados y carnes

Aunque en la práctica el PlanGanar está vigente desde febrero pasado, con la publicación este martes en el Boletín Oficial se oficializó la puesta en marcha de este programa mediante el cual el Gobierno busca que crezca la producción y las exportaciones de carne vacuna, con el claro objetivo de terminar en el mediano plazo con las tensiones entre el mercado local y el externo.

Concretamente, por medio de la resolución 95/2022 se instrumentaron las bases para la bonificación de tasas de interés sobre líneas de crédito destinadas al sector en el marco de convenios específicos con provincias, entidades públicas o privadas. Aunque en la publicación no se habla de un monto total específico que se destinará a la actividad, tiempo atrás el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, adelantó que su cartera destinaría al menos $100.000 millones.
En cuanto a su implementación, la misma se realizará “a través de la bonificación de tasas sobre líneas de crédito y/o aportes económicos a través de convenios específicos con provincias y otras entidades públicas o privadas vinculadas al sector”.Por el momento el plan ofrece una línea especial del Banco Nación para Pymes y cooperativas agropecuarias tanto ganaderas como tamberas y frigoríficos, que consiste en un monto máximo de hasta $50 millones con un plazo de cinco años y un período de gracia de un año a una tasa de interés nominal del 37% anual durante los primeros tres años y Badlar + 5 puntos durante el resto del período.

En el caso de las grandes empresas, la tasa nominal de los primeros tres años es del 40% con Badlar + 7 puntos para el resto del período y un monto máximo de hasta $250 millones.

A estas líneas de crédito se le sumarían en el mediano plazo otros instrumentos vinculados a fomentar la producción de carne y acompañar el crecimiento del stock ganadero.

La idea del oficialismo es que para el año 2030, la producción de carne en la Argentina aumente en 600.000 toneladas, a un total de 3,6 millones de toneladas. De esta manera habrá mayor disponibilidad del producto para terminar con las tensiones entre el mercado interno y el externo. Para lograr este objetivo se plantea un amplio plan de acciones que van desde incrementar el stock de animales, pasando por subir el peso de faena, hasta el ordenamiento, a través de financiación y capacitación de toda la cadena que incluye a los productores ganaderos pero también a los frigoríficos.

“Por cada punto porcentual que logremos aumentar en la tasa de destete, se incrementará en 230.000 cabezas el número de terneros logrados por año, los que al final del ciclo productivo representarán 58.000 toneladas de carne adicionales. El aumento del 5% en este indicador al 2030 significa una producción adicional de aproximadamente 1,1 millones de terneros, lo que representará un incremento en la producción de carne de unas 300.000 toneladas”, plantea el documento de trabajo elaborado por el ministerio de Agricultura junto con los diversos actores del sector y equipos técnicos.

En relación al peso promedio de la res al gancho, por cada 5 kilogramos de aumento se logrará aumentar la producción de carne en 70.000 toneladas. El objetivo planteado para 2030 de aumentar el peso medio de la res al gancho en 20 kilogramos representará un incremento de la producción equivalente a unas 300.000 toneladas por año. Por ende, el cumplimiento de los objetivos planteados en el Plan GanAr permitirá aumentar la producción de carne argentina en un 20%, generando un volumen adicional de aproximadamente 600 mil toneladas.

Otra meta clave hacia el 2030 será incorporar el troceo de la res en el 100% en las plantas de faena y de esta manera lograr una trazabilidad adecuada del producto y terminar con formas de comercialización, como la media res en gancho, que hoy están por debajo de los estándares internacionales. Sobre este último punto, el plan del ministerio remarca: “es necesario modernizar los procesos de faena de las industrias que abastecen el mercado interno en pos de una mayor eficiencia del sistema de distribución y comercialización de carne. También lo es derribar creencias respecto de la calidad superior de animales livianos para el consumo interno que resultan limitantes para el crecimiento productivo”.

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