La nueva “ley Bases” que impulsa el Gobierno contempla 18 empresas del Estado que podrían ser privatizadas total, parcialmente o concesionadas. Entre ellas se encuentra Belgrano Cargas, una de las redes ferroviarias más importantes para el sector agropecuario, con opción para ser privatizada o concesionada

Esta posible medida fue bien recibida en el sector exportador, donde creen que podría mejorar la eficiencia operativa del la red. Belgrano Cargas y Logística SA (Bcylsa) es una empresa creada en junio de 2013 con el propósito de consolidar las tres principales líneas de transporte de carga del país: la Línea Belgrano, San Martín y Urquiza.

Hasta ese momento, la Línea Belgrano estaba concesionada a la antigua Belgrano Cargas, establecida en los noventa y ya desaparecida. Por otro lado, las líneas San Martín y Urquiza se encontraban bajo concesión de ALL, una empresa brasileña. Esta concesión fue asumida por la nueva empresa Belgrano Cargas y Logística, creada a partir de la sanción de la ley 26.352.

La red ferroviaria atraviesa 17 provincias del noroeste y centro del país, desempeñando un papel fundamental en la logística del transporte de granos en la Argentina. Actualmente cuenta con 3978 kilómetros operativos, lo que representa el 52% de la red total, que abarca 7712 kilómetros. El año pasado se transportaron por estas vías aproximadamente 7,2 millones de toneladas de mercancías.

Esta firma es una de las empresas estatales incluidas en el anexo del nuevo proyecto de “ley Bases”. El Gobierno espera obtener la aprobación de los gobernadores y los bloques de diputados para la privatización parcial o total de estas empresas. Esta noticia fue celebrada por fuentes de la exportación consultadas por este medio.

Me parece que es positivo, especialmente teniendo en cuenta el importante déficit que genera el ferrocarril. Creo que sería beneficioso que haya un administrador privado”, indicó un operador del sector exportador. Destacó que el Belgrano Cargas es muy estratégico para la logística de una región muy importante y retrasada en el país. “Es una herramienta logística crítica. Por ello es fundamental evitar mayores erogaciones para todos”, agregó la misma fuente, subrayando la necesidad de garantizar la eficiencia operativa del tren, lo que, según comentaron, se podría lograr mediante su privatización.

En el sector consideraron dos opciones. Por un lado que se otorgue una concesión a un tercero, con la precaución de evitar que adquiera una posición dominante y desvíe su función principal de transporte, asegurando así un servicio accesible para todos y beneficiando a los productores. Por otro lado se mencionó una alternativa denominada Open Access, aprobada por ley, que permitiría a cualquier operador privado utilizar la infraestructura ferroviaria estatal mediante el pago de un canon. Esto evitaría la concentración de la concesión en una sola entidad y fomentaría la participación de varios operadores en la misma red, según explicaron.

También señalaron que, aunque ha mejorado su desempeño en los últimos años, aún sigue generando pérdidas para el Estado argentino. Destacaron que esta mejora se produjo después del acuerdo entre Cristina Kirchner y el exministro de Transporte, Florencio Randazzo, que atrajo inversiones chinas en obras y material ferroviario. “Gracias a estas inversiones, se pudo mejorar significativamente la infraestructura de una gran parte de la parte norte de la red ferroviaria del Belgrano”, dijeron.

“Esto mejoró la infraestructura de una parte importante de la red ferroviaria del Belgrano y permitió una mayor eficiencia en la operación. Sin embargo, sigue registrando pérdidas. Tiene una estructura pesada con demasiado personal. Privatizarlo implicaría una racionalización de esa estructura que actualmente, como muchas otras del Estado, tiene exceso de empleados e ineficiencias en la rotación de los trenes. Por lo tanto, está claro que se debe buscar su operación con eficiencia, y la privatización es la forma de lograrlo”, comentó la fuente consultada.

Una postura diferente manifestó, Claudio Molina, especialista en bioenergías y ferrocarriles, quien sostuvo que sería una empresa que se podría “salvar y seguir manejando el Estado”.

“Si la privatización se realiza no priorizando los intereses del país, va a fracasar. Lógicamente, el capital privado busca maximizar sus beneficios y va a tratar de operar en los corredores o ramales que le aseguren un tráfico compatible con una buena rentabilidad. A los ferrocarriles hay que verlos por el impacto en el desarrollo territorial y por la cuestión ambiental, que es un concepto mucho más complejo que el de la simple rentabilidad que mira el capital privado”, expresó.

“El privado va a necesitar que el Estado invierta en infraestructura y va a tratar de sacarle el mayor provecho a esa inversión de todos los argentinos pagando el menor peaje. Al ferrocarril no le podés aplicar contabilidad tradicional; hay que computar las externalidades positivas. Hay muchos elementos en la contabilidad que nos emiten impactos colaterales positivos. Entonces, Belgrano Cargas es una empresa que se podría salvar y que la siga manejando el Estado”, agregó.

Fuente: Rufino Web

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