El PBI de Alemania cerró 2023 en u$s4.5 billones. En tanto que el producto de la nación asiática se ubicó en u$s4.2 billones
Es el segundo trimestre seguido de contracción después del -0,8% registrado entre julio y septiembre, de acuerdo con los datos revisados del gobierno.
Alemania subió un escalón pero la economía se enfría
La economía alemana tampoco va por buen camino y registró una contracción del 0,3% de su PIB en 2023, según los datos oficiales publicados en enero.
Potencia exportadora como Japón, Alemania se resiente de la débil demanda exterior, del aumento de la factura energética para su industria y de los altos tipos de interés impuestos por el Banco Central Europeo para frenar la inflación.
Esta situación hace que el título de tercera economía mundial, anticipado desde octubre por el Fondo Monetario Internacional, no se perciba con gran ilusión en la población alemana.
Además, el honor puede durar poco porque India, ahora convertida en la nación más poblada del mundo, puede superar tanto a Alemania como a Japón en los próximos años y situarse solo detrás de Estados Unidos y China.
Japón pierde terreno en la economía mundial
En cambio, en Japón, los medios locales se hacen eco de este cambio y destacan, además de la devaluación del yen, otros factores como el rápido declive demográfico en el archipiélago y su productividad crónicamente baja.
“Después de haber cedido a China el segundo puesto detrás de Estados Unidos en 2010, ahora Japón abandona también el tercer rango”, lamentó el principal diario económico nipón Nikkei en un editorial la semana pasada.
“Japón no ha hecho progresos para aumentar su propio potencial de crecimiento. Esta situación es una señal de alarma para acelerar reformas económicas que han sido ignoradas”, agregó.
El Banco de Japón ha optado por mantener su política monetaria ultraflexible y los tipos de interés negativos, haciendo que el yen se deprecie más del 18% respecto al dólar en los últimos dos años.
Como Alemania, Japón es una potencia industrial y exportadora que se resiente de la incierta coyuntura económica global.
Pero este estatus se degrada desde hace tiempo a la vez que no remonta su consumo interior, minado por la inflación y la caída del yen.
Fuente: Ámbito