La Asociación de Fabricantes Argentinos de Tractores (AFAT) manifestó su preocupación ante la eliminación del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU) para maquinaria agrícola, medida establecida por el Decreto 273/25. Desde la entidad advierten que esta decisión, implementada de forma abrupta, podría tener consecuencias económicas, sociales y ambientales de alto impacto para el país.

Según AFAT, la medida no sólo introduce una competencia desleal al permitir el ingreso de maquinaria usada, muchas veces obsoleta y sin garantías, sino que también pone en riesgo la renovación tecnológica del parque agroindustrial argentino, en un contexto donde más del 70% de las cosechadoras y el 80% de los tractores superan los 10 años de antigüedad.

“La importación irrestricta de equipos usados, subsidiados y obsoletos nos aleja del objetivo de convertir a Argentina en el país más eficiente del mundo en producción agropecuaria”, señalaron desde la asociación, que reúne a las principales empresas del rubro, con más de 50 años de inversiones en desarrollo, fabricación y distribución de maquinaria de última generación en el país.

Las empresas de AFAT cuentan con 12 plantas fabriles en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, operan en más de 500 puntos de servicio a lo largo del territorio y generan alrededor de 16.700 empleos directos e indirectos. En su conjunto, sostienen que la industria nacional se ve amenazada por una política que favorece a productos de descarte, sin trazabilidad ni condiciones de seguridad, provenientes de economías que gozan de subsidios y menores cargas fiscales y laborales.

Además del impacto en el empleo y la producción local, AFAT advierte sobre los riesgos ambientales, fitosanitarios y de seguridad operativa. “El ingreso sin control de maquinaria usada puede comprometer tanto la sustentabilidad de nuestra producción como la seguridad de los trabajadores rurales”, advirtieron.

La medida también pone en jaque el mecanismo habitual de financiación del mercado, donde entre el 60% y el 75% de las ventas de equipos nuevos se realizan con la toma de usados como parte de pago. Al inundar el mercado con maquinaria importada, esa rueda podría detenerse, afectando no solo a fabricantes, sino también a proveedores de insumos, prestadores de servicios y distribuidores.

AFAT destacó que comparte la visión del ministro de Economía, Luis Caputo, quien en noviembre de 2024 subrayó la necesidad de mejorar el acceso a bienes sin perjudicar a sectores productivos nacionales. “No se puede pasar de un extremo al otro”, advirtieron desde la asociación.

Finalmente, la entidad hizo un llamado al diálogo y al trabajo conjunto entre el sector público y privado para construir políticas que promuevan el crecimiento sostenible del agro argentino. “La competitividad se logra bajando el costo argentino y promoviendo la inversión y la innovación, no con medidas que destruyen la industria local”, concluyeron.

Fuente: AgroLink

 

Noticias Relacionadas