IATA ha actualizado al alza sus previsiones anuales en cuanto a volumen y facturación, aunque el rendimiento del sector seguirá a la baja
La evolución de la carga aérea en los primeros meses de 2024 ha permitido actualizar en positivo las previsiones que realiza la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) para el total del año. La entidad pone una cifra de 62 millones de toneladas movidas, el 5% de crecimiento respecto al ejercicio 2023 y el primer porcentaje en positivo en los últimos tres ejercicios, después de que el año pasado se registrara un descenso interanual del 1,8% que en 2022 todavía fue más acusado, del 8,1%. De hecho, la carga aérea venía registrando porcentajes de decrecimiento también antes y durante la pandemia. En los seis ejercicios que median entre 2019 y el final de este 2024, el crecimiento anunciado ahora sería el único junto al que se registró en 2021, cuando las disrupciones del sector marítimo incrementaron los volúmenes aéreos en el 18,8%.
Como ya venía calculando la asociación aérea en sus análisis mensuales, la logística marítima vuelve a vivir un paradigma de disrupciones que están “incrementando de forma radical la competitividad de la carga aérea”. En este sentido, IATA menciona la crisis del Mar Rojo, la sequía en el Canal de Panamá e incluso el accidente del buque ‘Dali’ en Baltimore (Estados Unidos), que ha mantenido cerrado durante meses el puerto de esa ciudad. “Todo ello ha generado un descenso en los precios relativos de la carga aérea respecto al transporte marítimo”, constata la asociación, a la par que apunta a que “es crucial para el futuro el ponderar si el cambio modal se va a convertir en un fenómeno que perdure”. Los cálculos de IATA también se producen en paralelo a una expansión del comercio internacional pronosticada por la Organización Mundial del Comercio (OMC), que espera un crecimiento de los volúmenes del 2,6%, el 0,1% por encima de la media de crecimiento en los años 2017-2023.
Los datos de la asociación de aerolíneas muestran como el crecimiento de la demanda ha ido siguiendo un patrón alcista trimestre a trimestre desde mediados de 2023, con cifras que se han disparado en el primer periodo de este ejercicio 2024. “Ante las preocupaciones por unos rendimientos económicos de la carga aérea que podrían reducirse, los incrementos en los niveles de tráfico en todas las regiones del mundo son un desarrollo muy bienvenido, especialmente porque llevan la promesa de expandirse más en todas partes durante este año”, señala IATA.
En efecto, el rendimiento de las aerolíneas por el segmento de carga mantiene una reducción de doble dígito en las previsiones para el año, del 17,5%. Se trata, pese a todo, de una contracción menor que la que se vivió en 2023 (-31,8%), y también es una corrección al alza de la que el organismo internacional pronosticó en diciembre pasado, antes de notarse los efectos de la crisis del Mar Rojo sobre el modo marítimo. IATA también ha actualizado sus previsiones de volumen de negocio para el ejercicio, que en su último análisis situó en 111.000 millones de dólares para los tráficos de mercancías. Ahora calcula que estos quedarán en 120.000 millones de dólares, una cifra que pese a todo es inferior a la de 2023 (138.000 millones de dólares). En la ecuación tiene importancia el aumento de los costes de las aerolíneas, que crecen en 2024 el 9,4%, hasta un total de 936.000 millones de dólares. La facturación global de las compañías, incluyendo las divisiones de pasajeros, se espera que se sitúe en los 996.000 millones de dólares.
Fuente: Barcelona