El Banco Central (BCRA) dio el paso que faltaba para oficializar el nuevo dólar importador diferencial con que intenta ponerles un techo a los precios de alimentos, bebidas y productos de limpieza, cuidado e higiene personal.
Su directorio resolvió ayer, mediante la circular Camex 1-1008, que las importaciones oficializadas a partir de hoy que correspondan a bienes que incluyó en una canasta básica de consumo (definida por las 2936 posiciones arancelarias detalladas, según la Nomenclatura Común del Mercosur) podrán ser pagadas con dólares obtenidos del mercado oficial a los 30 días de su ingreso efectivo al país.
Se trata de productos que, hasta aquí, estaban incluidos en la norma general que sólo permite realizar esos pago en cuatro cuotas mensuales por el 25% del total, es decir, a los 30, 60, 90 y 120 días.
El esquema, complementado por la suspensión dispuesta por el Gobierno por 120 días al cobro de la percepción de IVA adicional e impuesto a las ganancias, busca alentar las compras en el exterior de los productos de la canasta básica cuyo precio local sea muy superior al precio internacional en un intento por evitar los que desde Economía consideran “abusos”.
Menos ofertas por el bono
A su vez, el BCRA colocó otros US$100 millones de la serie 3 del Bopreal tras aceptar ofertas hechas por 170 empresas importadoras. La demanda por este papel (el más extenso de la familia, que paga interés del 3% anual y amortiza capital en tres cuotas trimestrales de noviembre 2025 a mayo 2026) marcó así un nuevo mínimo para el ciclo de subastas abierto en enero, algo que se temía dada la competencia que le plantea el desplome de la brecha cambiaria.
Así, al cabo de tres subastas, apenas colocó US$892 millones de la serie 3, menos del 30% del total de US$3000 millones que ofrece. Si se consideran las otras dos series ya adjudicadas en el total previsto, la emisión llega a US$7892 millones, sobre los US$10.000 millones planificados.
Además, el BCRA informó que unas 5400 mipymes ya realizaron pagos de deuda de importaciones por un total de US$265 millones. Se trata de firmas que debían no más de US$0,5 millones y fueron exceptuadas de recurrir al Bopreal para poder saldarlas en tres meses.