La medida podría afectar las ventas de soja y carne argentinas al viejo continente. Todo producto generado en un terreno deforestado a partir de diciembre de 2020 tendrá prohibida su entrada en la Unión Europea
El control del origen lo harán las empresas importadoras, que bajo la amenaza de multas tendrán que controlar de dónde viene lo que importan.
Las empresas deberán, por ejemplo, controlar territorios con ayuda de agentes nacionales, de datos de trazabilidad que permitan localizar el origen de los productos y hasta de imágenes por satélites para descubrir si aumenta la deforestación.
Europa no deforesta su territorio, pero si se tienen en cuenta sus importaciones, explica la ONG medioambientalista WWF, la Unión Europea es el segundo destructor de bosques tropicales del mundo, solo después de China.
La norma no busca sólo evitar la deforestación. Para proteger esos bosques, la Unión Europea obligará a las empresas importadoras de esos productos a vigilar que se respeten los derechos de las poblaciones autóctonas que viven en territorios fronterizos con zonas protegidas.
Las empresas europeas tendrán además la obligación de comprobar que sus clientes en los países de origen respetan la legislación nacional en materia de derechos humanos.
Fuente: Ámbito