En su Plan Argentina Productiva 2030 el Gobierno se fijó el objetivo de que el país exporte US$174.000 millones; no se puede alcanzar sin multiplicar las compras afuera
CORDOBA.- La vicepresidenta Cristina Kirchner denunció ayer un “festival de importaciones” y reclamó “articular más adecuadamente Banco Central, Ministerio de la Producción -que administra el comercio exterior, autoriza las importaciones-, AFIP en la Aduana”. El Gobierno, desde hace meses, por la escasez de dólares, viene restringiendo las importaciones en paralelo a su plan 2030, en el que establece el objetivo de duplicar las exportaciones actuales. Un estudio privado asegura que para alcanzarlo, las importaciones deben crecer US$10.000 millones.
La argentina es una de las economías más cerradas del mundo; su apertura comercial -medida como las importaciones y exportaciones con respecto al Producto Bruto Interno (PBI)- fue de 33,4% el año pasado. Según datos del Banco Mundial, en la región ese nivel fue de 49% en 2020 y, en el mundo, 52,1%.
Un informe del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba sostiene que para alcanzar la meta de exportar US$174.000 millones en 2030, la que fijó el oficialismo en el Plan Argentina Productiva 2030, el país necesita aumentar sus importaciones en, al menos, US$10.000 millones.
La dinámica se explica por el desarrollo de las cadenas globales de valor: “El comercio internacional incentiva a que los países se especialicen en determinados eslabones, por lo que las exportaciones -y también los productos producidos y consumidos en el mercado interno- requieren de importaciones”, señala el informe.
Describe que 11% de lo exportado por Argentina tiene contenido importado, mientras que en el caso de lo producido para el mercado doméstico, ese porcentaje cae al cinco. Es decir, las importaciones son el doble de significativas para exportar que para fabricar y dejar en el país. Los cálculos están basados en los datos para la Argentina de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Sectores como los de la industria química y la electrónica requieren una alta proporción de insumos importados para producir, entre 27% y 43%, respectivamente. Algo parecido se da con la industria automotriz, otros vehículos (19%) y las ramas industriales ligadas al caucho y plástico (16%).
Por otro lado, 8,5% de lo producido localmente es exportado al resto del mundo: esto se conoce como “propensión a exportar”. En base a este indicador, en el país hay 12 sectores con un potencial exportador superior al promedio; destacan el automotor, los servicios IT (software y programación) y la agroindustria.
En promedio, por cada dólar que exportan estos sectores requiere 15 centavos de importaciones. Les resulta tres veces más necesario importar para exportar que para vender dentro del país.
El trabajo destaca el caso de la agroindustria, un rubro en el que la Argentina es altamente competitiva. Es uno de los menos demandantes de importaciones (equivalen a 0,6% de lo que produce), pero sus exportaciones incluyen 7,4% de contenido importado. Para estas operaciones, resulta 13 veces más significativo contar con importaciones para vender afuera que para dejar en el mercado interno.
El Instituto de la Bolsa de Comercio cordobesa sostiene que, en función del mapa exportador argentino, es esperable que -de alcanzarse el objetivo propuesto por el Gobierno en el 2030- “la mayor parte de las exportaciones sean generadas por la docena de sectores con más potencial. En ese supuesto, se requerirían aún más divisas para las importaciones que los US$10.000 millones de dólares estimados de base”.